Las actuales condiciones económicas que vive el país y que resiente con mayor severidad Oaxaca, están provocando un mayor flujo migratorio de oaxaqueños del campo a la ciudad y del país a los Estados Unidos de Norteamérica, reconoció Adolfo Toledo Infanzón, dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Al margen de ocupar el sexto lugar nacional en expulsión de mano de obra al extranjero y la disminución en la actividad en el campo, se necesita redoblar la atención por parte de la Federación y de la administración, pues cada vez hay más “pueblos fantasmas” donde se ha dejado de producir la tierra.
Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de este año, reconocen la importancia de los problemas de nutrición en México, ya que éstos reflejan la existencia de obstáculos para el ejercicio efectivo del derecho a la alimentación y al desarrollo social, dijo.
“El sueldo mínimo mexicano es aproximadamente 59.82 pesos por un día de trabajo de ocho horas, pero en Oaxaca existen demasiadas personas que son pagadas con menos que el sueldo mínimo nacional, no sólo en las zonas urbanas, la gran mayoría de las veces en las áreas rurales”, indicó.
Lamentó que menos de 3% de la inversión federal al estado de Oaxaca vayan dirigidas a áreas rurales, lo cual ha originado que más de 250 mil oaxaqueños anualmente se conviertan en trabajadores migrantes en estados del norte de México especialmente en Sinaloa, Sonora y Baja California.
En este escenario, dijo que Oaxaca sigue siendo el segundo estado después de Guerrero con el mayor número de niños migrantes, “niños que trabajan a lado de sus padres y su futuro ofrece pocas alternativas fuera de esta labor, pues frecuentemente no asisten a la escuela por la distancia entre el campo y la escuela y porque el constante movimiento no lo permite”.
El Senador de la República aseguró que con cifras de la CNC nacional, alrededor de 500 mil oaxaqueños se encuentran en California, cerca de 3 mil 300 niños originarios de Oaxaca viven en San Diego y participan en el Programa de Educación del Migrante Binacional. (Humberto Torres R./El Imparcial)
