domingo, marzo 3

Por extrema pobreza niños sin escuela en la Mixteca

La región de la Mixteca, caracterizada por sus tierras erosionadas que orillan a los padres de familia a emigrar a otros estados e inclusive al país vecino del norte en busca de mejores oportunidades de vida para sus familias, donde los infantes se quedan bajo el resguardo de su madre y muchas veces por sus abuelos, y en muchos de los casos pasado algún período, son olvidados por sus padres y se quedan en la orfandad bajo la custodia de sus familiares más cercanos.

Demarcación donde éste y otros factores, contribuyen a que los niños no se interesen o simplemente no cuenten con las medidas y herramientas necesarias para que acudan a la escuela y se preparen para cambiar la historia que les esperará a sus hijos.

Muchas de las veces, al no contar con estas posibilidades, los niños crecen y cuando son adultos comienzan a repetir la misma historia que sus padres construyeron con ellos, es un fenómeno que se convierte en un círculo vicioso que pareciera no tener fin.

De acuerdo a las estadísticas del Censo de Población y Vivienda 2010, en Oaxaca existe un porcentaje de 6.6 por ciento de niños de 8 a 14 años de edad que no saben leer ni escribir.

En tanto, en la Mixteca existen municipios que presentan altos índices de infantes analfabetas, y entre ellos, San Simón Zahuatlán, uno de los municipios más pobres de la entidad e inclusive del país, el cual presenta el mayor rezago en educación a nivel estatal con el 34 por ciento de niños de 8 a 14 años que no saben leer ni escribir siquiera su nombre.

El segundo lugar en el estado con esta situación, lo ocupa el municipio de Coicoyán de las Flores con el 29 por ciento y Santos Reyes Yucuná en la cuarta posición con el 28 por ciento de población infantil analfabeta.

A pesar de que la educación en nuestro país debe ser laica y gratuita de acuerdo a lo que estipula la Constitución Política de México en su artículo Tercero, la Mixteca sigue presentando atrasos en ese rubro por la pobreza que viven sus habitantes, donde es preferible gastar los pocos centavos en un kilo de maíz para las tortillas que en artículos escolares que requieren los menores al ir a la escuela.

Cabe mencionar que la Ley General de la Educación establece en su artículo 66 que es obligación de los padres o tutores, hacer que sus hijos menores de edad, reciban la educación básica obligatoria así como apoyar el proceso educativo de sus hijos, pero… ¿Cómo aplicar estas determinaciones en lugares donde hasta los menores recién nacidos, sufren y padecen el olor a pobreza que existe en sus comunidades?.

De acuerdo al INEGI, “el analfabetismo es consecuencia de una mala calidad en los servicios educativos y de un alto índice de deserción escolar, sus consecuencias se asocian a la pobreza y a la inquietud social, ya que las personas que no saben leer ni escribir se enfrentan a la exclusión laboral y a un desconocimiento pleno de sus derechos”.

Cabe señalar que en el distrito de Huajuapan, un total de mil 651 infantes no tienen la oportunidad de asistir a la escuela, de los cuales, mil 334 son niños en edad de entre 3 y 4 años, en tanto, los 217 restantes son menores de entre 6 y 11 años que tampoco cuentan con la posibilidad de ir a la escuela.

De la mano a este fenómeno de analfabetismo, se encuentra la situación donde los infantes tienen que trabajar para llevar un ingreso mínimo a sus hogares, con lo que sus padres puedan garantizar un plato de comida en la mesa de su familia.

De acuerdo a las cifras del Módulo de Trabajo Infantil 2009 de la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE), en Oaxaca un total de 158 mil niños de 5 a 17 años de edad realizan aluna actividad económica. Al respecto, el presidente del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (CEDHAPI), Maurilio Santiago Reyes informó que el 100 por ciento de los infantes de comunidades marginadas de la Mixteca, trabajan en actividades diversas para apoyar con el gasto familiar.

Por ello, a menudo se observan menores en los cruceros, calles e inclusive parques, vendiendo cajas de chicles, limpiando parabrisas, pidiendo limosna o haciendo malabares.

Santiago Reyes, dijo también que el 80 por ciento de la población infantil de comunidades mixtecas rurales, viven una crisis alimentaria que les impide desarrollarse de acuerdo a su edad, ese factor contribuye a que los menores luzcan como niños aún más pequeños de lo que en realidad son y que los padecimientos o enfermedades se presenten en cuadros graves, por las bajas defensas que éstos presentan. (Andrea Martínez/IGABE)

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