En la actualidad en algunas comunidades donde la violencia es un son factor de divisionismo y muerte, los menores de edad están siendo las víctima, y es que a consecuencia de las pugnas entre grupos o personas, han dejado de asistir a las instituciones educativas, por el temor que en el transcurso de sus actividades, además de el retorno de a sus hogares, puedan ser agredidos.
Susana Merino Cruz integrante del comité de personas de la localidad del Valle del Río, San Pedro perteneciente a San Juan Copala dio a conocer que más del 50 por ciento de los pobladores son niños y niñas en situación de pobreza extrema, donde la desnutrición, enfermedades como diarreica aguda, parasitosis, trastorno de ansiedad secundario o fobia; son factores que no les permite ir a las escuelas.
Reveló que en dicha población hay una clara violación sistemática a los derechos del niño a que se refiere el artículo 19 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, en donde indica que “Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”.
Abundó que en el año 2008, quince familias provenientes de las comunidades de San Miguel Cópala, Guadalupe Tilapa, Llano de Nopal, Llano Aguacate, Ñutasani, Ladera, fueron desplazados de su comunidad, por situaciones de intolerancia religiosa, de violencia por división de partidos políticos, por presión de grupos armados y paramilitares, y sobre todo la comunidad de San Miguel Copala.
Señaló que sumado al desplazamiento algunos de sus habitantes fueron exterminados, sobre todo los hombres y algunos encarcelados, como es el caso del señor Roberto Cárdenas Rosas, quien por la situación en que estaba viviendo solicitó medidas cautelares para él y otras personas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, misma que fue otorgada el 16 de agosto del 2001.
“Al ser desplazados y no contar con un lugar donde vivir y tierras que cultivar, se establecieron en unos terrenos ubicados a un lado de Cuadrilla de Gregorio Álvarez, Putla, creando el asentamiento Valle del Río San Pedro, San Juan Copala; que ancestralmente ha sido territorio indígena triqui, y que a partir de la colonia fue despojado por terratenientes y ricos de origen español y mestizo de Putla”, finalizó Merino Cruz.
