En la Mixteca Alta, la región con mayor deterioro de su ecosistema en la entidad, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (mundialmente conocida como FAO por sus siglas en inglés), financiará el Programa de Manejo Sostenible de Tierra (ProTierras), con el propósito de reducir la degradación del suelo, con base en un modelo de gestión territorial encauzado al fortalecimiento de las instituciones locales, que facilita la coordinación de las políticas y las inversiones multisectoriales en bienes públicos.
La microrregión de Oaxaca favorecida con el programa comprende 28 mil 617.56 hectáreas de los municipios de Santiago Tilaltongo y San Juan Diuxi, en la que la degradación de las tierras ha generado declinación de la fertilidad, reducción del contenido de materia orgánica, erosión con deformación del terreno y la formación de cárcavas.
“El problema que tenemos aquí es que el terreno es muy delgado, que no va a producir mucho porque requiere abono, si es que el dueño tiene borregos o chivos ya que de otra manera no hay posibilidad de mejorar la tierra; en estos terrenos delgados es muy recurrente la plaga de la gallina ciega, cuando se cultiva el maíz en un periodo muy corto la gallina ciega empieza a comerse la milpa y ese es otro problema; la mayoría de terrenos son muy delgaditos, entonces no producen mucho”, expresan campesinos en un suelo de tierra colorada, que una vez aprisionada por los pies se convierte en polvo fino”.
“En México el 90 por ciento de las tierras están degradadas”: FAO
El especialista en el manejo sostenible de la tierra de la FAO, Benjamín Sánchez Bernal, que recorrió las comunidades donde operará el programa para conocer las inquietudes de los habitantes y sus problemas, manifestó que ProTierras es un programa de tres años graduales.
“El primer año se pretende identificar necesidades, hacer algunas pruebas, y articular a las dependencia federales que participan en el mismo como el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu) y la Dirección General de Sector Primario y Recursos Naturales Renovables (DGSPRNR) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la asociación civil Mixteca Sustentable”.
-¿Cuánto se va a invertir?
-Bueno eso lo desconozco hasta el momento, pero la FAO sí va a invertir porque es el ejecutor del programa.
-¿Qué obras se realizarán?
-Son las que ya se conocen como prácticas de conservación de suelo y agua, como pueden ser reforestaciones, zanja-bordo, terrazas; en la parte donde tienen terrenos de labor vamos a llevar a cabo prácticas de agricultura sostenible como abonos verdes, abonos orgánicos y de animales; rotación de cultivos, manejo de ganado, etcétera. Son prácticas que la gente ya conoce.
Destacó que la participación de los habitantes de las comunidades es clave para el éxito del programa. “En el manejo sostenible de la tierra el alma o el centro es el ser humano, es el que degrada la tierra y es el que la puede mejorar, entonces va aplicado a la organización, a la gobernanza de la gente, en cómo se asocia, en cómo los haberes tradicionales se pueden volver a rescatar con las nuevas tecnologías, a fin de detener este proceso de degradación porque en México el 90 por ciento de las tierras están degradadas, ya es un problema social muy fuerte”.
“Ejemplo para el país”
El coordinador regional en Oaxaca del programa, Eloy Fernández González, manifestó que la FAO eligió esta microrregión oaxaqueña porque en ella se han realizado importantes trabajos para recuperar sus ecosistemas y suelos.
Señaló que la FAO eligió tres microrregiones en el país para llevar a cabo el programa ProTierras: la Mixteca Alta oaxaqueña, el Valle del Mezquital, en Hidalgo; y otro en El Pánuco, Zacatecas.
Informó que en Santiago Tilantongo se ha llevado a cabo trabajos de un valor incalculable por rescatar los suelos, proteger el medio ambiente y retener el agua. “En verdad es incalculable por los recursos, mano de obra, iniciativa de las personas, que empezaro sus trabajos con picos y palas; aquí ha hecho un trabajo muy importante también el Centro de Desarrollo Campesino en la Mixteca (Cedicam), que lleva más de 30 años trabajando en la zona, concientizando a la gente, eso es importante porque lo que se pretende es que todo esto sea un ejemplo para el país y otras naciones”.
Expresó que en la región se encuentran zonas que todavía preservan sus recursos, como es el caso de la congregación de Montenegro, “hay un fuerte aprovechamiento todavía pero son de las regiones terrestres prioritarias en el país, esta parte de los cerros negros Yucaño, dentro del cual está Montenegro”.
Añadió que parte del financiamiento proviene del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) y, la otra, provendrá del gobierno mexicano, en una relación de 1 a 6.
“Los viejos nos enseñaron a cuidar la tierra”
El representante de la congregación de Montenegro, Roberto Hernández Cruz, rememoró que desde sus abuelos vienen heredando el cuidado del bosque y de la tierra. “Los abuelitos nos enseñaron cómo mejorar la tierra, qué se debe sembrar, cómo debemos cultivar; siempre nos enseñaron a elaborar bordos y sembrar magueyes, árboles frutales, para que no se deslave la tierra”.
-Ustedes han logrado tener bosques donde antes solo había piedras…
-Sí, sí. Los abuelitos también nos enseñaron a cuidar el bosque, a sembrar árboles, para que no se acabe, ellos nos han enseñado a cuidarlo, para que nuestros nietos y bisnietos puedan conocerlo. Hay que tener conciencia de que no todo es para acabarse.
-¿Siguen sembrando árboles?
-Ajá, sembramos ocotes, pinos, vamos al bosque para arrancar las bellotas y las volvemos a sembrar, para que dentro de unos cinco o diez años vuelvan a nacer.
-¿Qué esperan de la FAO?
-Bueno, que nos enseñen a producir más, a cuidar mejor los suelos, que las tierras no se pierdan y deslaven, que el bosque se mantenga. En la medida que tengamos buenas tierras, la producción será mejor y así tendremos más alimento. Por eso nos interesa.
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