jueves, marzo 14

Suben tarifas de coyotes y polleros

Los migrantes de la Mixteca, la región con mayor expulsión de campesinos en Oaxaca, tienen que pagar de tres a cuatro mil dólares a los “coyotes” o “polleros” para poder pasar a los Estados Unidos.

En tanto, el Director del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante, Rufino Domínguez Santos, informó que por cada 10 oaxaqueños que logran cruzar la frontera, cuatro se quedan en el camino y no logran llegar a su destino ni cumplir con su anhelo de mejorar sus condiciones de vida.

La cuota que se paga a los “coyotes” es solamente por cruzar la frontera, además de la que pagan para su traslado a los estados fronterizos en el norte del país, donde permanecen hasta que el “coyote” les indica.

Esa estadía es un tiempo de zozobra e inseguridad para los mixtecos que sufren extorsiones, secuestros o robos de grupos delictivos.

En el caso de que un migrante no cuente con un familiar que vaya por él a la frontera, una vez llegando a la Unión Americana, hay “coyotes” que cobran de 6 mil a 8 mil dólares, desde esta entidad hasta su destino.

Los migrantes además van expuestos a que los “polleros” los dejen abandonados en el desierto, práctica que se ha vuelto muy común y frecuente, indicó Domínguez Santos, quien estimó que de cada 10 personas que cruzan la frontera, al menos cuatro de ellos son abandonados por sus guías.

El abandono que sufren los migrantes se debe principalmente a que los grupos de personas deben cruzar a la velocidad que marca el traficante de personas y quienes no logran ir al ritmo tienen menos posibilidades de llegar a sus destinos.

Otra de las razones es que por cuestiones de salud, cansancio, sed o hambre, porque muchas veces los migrantes se terminan el dinero para su viaje, y al no tener los elementos para combatir este problema, las personas que no resisten, se quedan en el camino, son deportados o incluso mueren en el desierto.

Un motivo más es que ante la amenaza de la migra, las personas que en un inicio viajan juntas, se separan, siendo el sentido de supervivencia el que se vuelve su guía para poder llegar a sus destinos.

Un migrante de San Francisco Paxtlahuaca, perteneciente al municipio de San Agustín Atenango, cuenta que cuando cruzó por primera vez la frontera a Estados Unidos, una mujer indígena llevaba a su niña de tres o cuatro años, pero como tuvieron que caminar durante varios días por el desierto, el agua se les fue terminando y la niña empezó a sufrir de deshidratación.

Varias veces le dijeron a la madre que se quedara y que se pusiera a la vista de la policía migratoria para que pudiera salvar a su hija, pero la mujer obsesionada por llegar donde la esperaba su marido, tuvo que dejar el cuerpo de la niña a la intemperie, a merced de los depredadores del campo.

La Mixteca, que comprende los distritos de Coixtlahuaca, Huajuapan, Juxtlahuaca, Nochixtlán, Silacayoapan, Teposcolula y Tlaxiaco, es la de mayor expulsión de migrantes.

Lo árido de sus campos, la erosión de los suelos y los bajos niveles de ingresos de sus habitantes, donde se identifican los menores índices de desarrollo humano y elevada marginación, han orillado a sus pobladores a buscar opciones laborales a través de la migración.

La emigración para los mixtecos se ha convertido por años en una forma de sobrevivencia familiar.

El distrito con los mayores índices de migración es Tlaxiaco con el 23 por ciento, seguido de Silacayoapan con el 20, Huajuapan con el 19, Juxtlahuaca con 14, Teposcolula con 11, Coixtlahuaca con 7 y finalmente el distrito de Nochixtlán con 6 por ciento.

Juan Herrera y Carmen Reyes, después de trabajar diez años en Estados Unidos, decidieron regresar a México. Se dieron cuenta que aquí se vive mejor. “Estados Unidos es un lugar para trabajar, se gana bien y materialmente se puede vivir con comodidades, pero no hay tranquilidad y tampoco se puede ahorrar. El tipo de vida allá es muy estresante y de consumo”, mencionaron.

Refirieron que regresaron porque querían que sus cuatro hijas conocieran a sus abuelos y también todo lo relacionado con su cultura; allá procrearon a Guiomar de nueve años, Zulemi de siete, Isaí de tres y Joana de un año. Como las niñas son ciudadanas americanas gozaron de beneficios que nunca hubieran disfrutado en México. Y eso hay que reconocer de los estadounidenses.

Muchas familias mexicanas, cuyos hijos nacieron allá, no vuelven porque los niños gozan de consulta y medicamentos que no les cuestan nada. Desde el embarazo hasta los cinco años reciben periódicamente alimentos, vestido y calzado. Hay familias mexicanas que procrean más hijos para recibir estos apoyos y eso molesta muchas veces a los ciudadanos norteamericanos que adoptan actitudes discriminatorias.

“Nosotros pudimos viajar por diferentes estados de la Unión Americana, pero muchas familias no lo hacen por temor. Viven espantadas, pensando que si los encuentran los van a deportar, pero ese es un temor infundado. Lo cierto es que si nos pescan cometiendo un ilícito, entonces sí se corre ese riesgo,” apuntó Juan.

Otro motivo por el que decidieron regresar es que allá los ancianos viven en una soledad extrema. La familia sale a trabajar y entonces el adulto mayor queda encerrado.

“Allá no es como en México que platicas con tus vecinos, sales a la calle y encuentras a conocidos. No. La gente es muy solitaria. La mayor parte se la pasa fumando solo y tomando café. Yo no quería una vejez así”, puntualizaron.

El presidente de la Casa México en Nueva York, Jorge Hernández, dice que la situación que viven los migrantes mixtecos es complicada, porque las leyes antiinmigrantes han redoblado la vigilancia en la frontera con México, por lo que estimó que de cada 10 connacionales que intentan viajar a Estados Unidos, sólo uno lo logra y los nueve restantes tienen que retornar a sus comunidades.

Muchos intentan cruzar dos o tres veces la frontera pero finalmente son deportados por las autoridades migratorias y tienen que retornar a sus comunidades donde enfrentan a la crisis económica y falta de empleo.

“Los migrantes mixtecos no sólo enfrentan el peligro de cruzar la frontera y las nuevas leyes antinmigrantes promovidas por distintos estados de Estados Unidos, pues ahora, en su travesía, se topan con integrantes del crimen organizado, que en ocasiones, los secuestran con el fin de que se unan a sus filas, y se calcula que 6 de cada 10 son atraídos por la delincuencia", informó el también líder migrante mixteco.

El también presidente del “Comité de fiestas patrias” en Nueva York señaló que en últimas fechas, los llamados "polleros" ya no son los únicos abusadores de migrantes mixtecos que buscan el sueño americano, dijo; "ahora son los narcotraficantes quienes abusan de ellos y aprovechándose de la necesidad de éstos, los obligan a transportar droga entre sus ropas".

Asimismo, explicó que según reportes periodísticos y testimoniales, una mafia de 220 traficantes de indocumentados, controla una ruta que atraviesa el país de sur a norte iniciando en Tapachula, Chiapas, pasando por Veracruz y Oaxaca, hasta Houston, Texas, para el trasiego de droga.

La población migratoria más vulnerable a caer en las garras de la delincuencia organizada, refirió, es la de los niños, niñas, adolescentes y mujeres, a los cuales los inmiscuyen en el narcotráfico, o bien a la prostitución.

Esta situación se ha venido dando más entre los migrantes provenientes de centro y Sudamérica, no obstante, los mixtecos no se salvan de ser víctimas de estas redes, puesto que expertos sostienen que las formas de trata de humanos están más vinculadas a la explotación laboral, explotación sexual comercial, trabajo forzado y tráfico ilegal, comentó el también enlace entre los migrantes y el gobierno federal.

Refirió que otros de los riesgos a los que se enfrentan al intentar cruzar la frontera son a las inclemencias del tiempo, en temporada invernal al extremo frío acompañado de hielo y nieve, en tanto que en verano el calor es intenso y deshidrata rápidamente, por ello, recomendó a los mixtecos buscar alternativas de desarrollo en suelo mexicano, para evitar exponerse y perder la vida, dejando a sus familias en la total indefensión.

Oriundo de Tezoatlán de Segura y Luna, indicó que cuando los mixtecos que intentan cruzar la frontera son víctimas del crimen organizado y el narcotráfico, éstos los obligan a continuar trabajando para sus intereses cuando éstos logran llegar al país vecino, bajo la amenaza de que si no lo hacen, sus familias en la Mixteca lo pagarán.

El también presidente de la organización "Comité Fiestas Patrias Mexicanas" subrayó que es necesario estrechar lazos con el gobierno mexicano, con la finalidad de poner un alto a este tipo de situaciones que denigran a los trabajadores mixtecos.

Puntualizó que lo más viable es la creación de empleos en la región para evitar que los indígenas emigren, ya que las cifras demuestran que unos 10 mil migrantes encuentran la muerte en su paso a los Estados Unidos y los que logran pasar, son víctimas de la delincuencia. (Tiempo en Línea)

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