viernes, marzo 8

La computación cuántica y sus implicaciones

La velocidad a la que avanza la tecnología de computación y la velocidad de los procesadores es asombrosa, los geeks estamos encantados, por supuesto, pero todo esto, al menos de la manera en la que lo concebimos, parece tener un límite.

En 75 años, si no menos, habremos alcanzado las velocidades máximas de procesamiento. La Ley de Moore estipula que cada 2 años aproximadamente la velocidad y la capacidad de los ordenadores se duplica. Para que nos hagamos una idea si la dicha ley se hubiese aplicado de igual manera a los aviones un vuelo entre Nueva York y París en 1978 costaba cerca de 900 dólares y tardaba 7 horas en realizarse, a día de hoy costaría 1 céntimo de dólar y se habría realizado en menos de 1 segundo.

Hasta ahora, dentro del campo de los ordenadores, esto ha sido rigurosamente cierto, pero ¿qué pasa si sólo nos quedan 75 años para llegar al límite? La solución se llama computación cuántica.

Cuando pensamos en un microprocesador, nos suele venir a la cabeza un chip de silicio, con muchísima potencia sí, pero atado a las leyes de la física tradicional, es decir, que aunque ni siquiera hubiese un límite establecido, sabemos que existe, que existe un límite de miniaturización. Además sólo podemos trabajar con un 1 o con un 0, pero no con los dos a la vez, porque digamos que ocupan un espacio, un orden establecido.

La mecánica cuántica se salta todos los esquemas y por ende la computación cuántica también. Se basa en las propiedades de las partículas a nivel subatómico, sin entrar en detalles digamos que pueden estar en dos lugares al mismo tiempo, y no sólo eso, sino también en dos estados al mismo tiempo como partícula o como onda. Si los ordenadores actuales trabajan con bits (unos y ceros) los cuánticos trabajan con qubits, es decir, se puede trabajar con un 1 y un 0 a la vez.

El potencial está claro, con único, digamos, circuito, se podrían efectuar simultáneamente millones y millones de operaciones. Para hacernos una idea de su potencia, un supuesto procesador cuántico de 'sólo' 30 qubits equivaldría a unos 10 teraflops, mientras que los superordenadores más avanzados de la actualidad apenas rozan algunos gigaflops.

Actualmente descomponer una clave, incluso una contraseña de correo, a la fuerza bruta, si esta tiene un mínimo de longitud aceptable, puede llevar días, incluso meses. Con un ordenador cuántico llevaría menos de 1 segundo.

Si, todo esto está muy bien, pero yo quiero uno ¡ya! ¿para cuándo puedo pedir el mío? Pues aunque ya hay algunos proyectos en marcha y algunos modelos construidos su potencia es menor que la de cualquier PC convencional. Todo se andará, las previsiones son muy irregulares, algunos expertos lo estiman en menos de 20 años. (ALT1040)

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