La tasa de crecimiento de las tiendas de autoservicio es del 10 por ciento anual, mientras que la de los puntos de venta tradicionales es tan solo del dos por ciento. Oaxaca ocupa el quinto lugar entre los estados que aun conservan una marcada presencia de mercados públicos. Pero el comercio tradicional se encuentra en jaque por la competencia de las grandes cadenas de supermercados, muchas de ellas propiedad de grupos transnacionales.
“En la cultura oaxaqueña, el mercado público es un elemento central, elemento que se ha perdido en los estados del norte, donde los mercados prácticamente están desapareciendo frente a las tiendas de autoservicio”, sostuvo el Director del Instituto para la Planeación del Desarrollo, Roberto Guadarrama Sistos, quien opina que el impulso a los mercados públicos es una batalla no solo por mantener los empleos y el ingreso de las familias, sino por conservar la tradición de la comida mexicana, ya que es en estos sitios en donde mejor se expresa la diversidad de alimentos de todo el país.
El Instituto para la Planeación del Desarrollo A.C. es el responsable técnico del programa nacional de capacitación para la modernización de mercados públicos, que arribó a la ciudad de Oaxaca de Juárez, con el apoyo del Ayuntamiento capitalino, luego de recorrer diversos municipios de los estados de México y Quintana Roo.
Guadarrama sostiene que los mercados tradicionales pueden aprovechar sus ventajas comparativas ante los supermercados, que son aquellas relacionadas con el trato directo con los comerciantes, la frescura y variedad de los alimentos, la posibilidad de encontrar productos artesanales y regionales, y la oferta de productos de la gastronomía tradicional mexicana.
El especialista manifestó que la transición a la modernización se basa en tres elementos: la modificación de las prácticas comerciales, de la infraestructura, y del equipamiento de los mercados, con criterios mercadológicos, pero respetando su naturaleza original.
La modernización de las prácticas comerciales implica mejorar la atención al cliente, la presentación de la mercancía en los locales, y modificar el sistema de proveeduría, que actualmente no es competitivo.
“Cada uno de los comerciantes se abastece por separado, generando costos que deben trasladarse a los precios. Las tiendas de autoservicio, por el contrario, tienen una proveeduría ganadora que instrumentan a través de compras globales y entrega de los productos en el punto de venta. Los comerciantes de los mercados deben generar compras compactas para poder negociar en conjunto y recibir la mercancía en el lugar, sin necesidad de sumar costos de transporte”.
En todo el país, las centrales de abasto también están quedando obsoletas, ya que dejaron de ser competitivas frente al modelo mayorista de las tiendas de autoservicio. “La idea en Oaxaca es comenzar a modernizar el sistema de centrales de abasto con el nuevo modelo de negocios para comercios mayoristas que es el de Centros de Logística Alimentaria (CELAS), que consiste en concentrar al mayoreo muchas de las compras, conservarlas en frio, y generar los esquemas de pedidos para la entrega a domicilio en los puntos de venta”.
El proceso de modernización de los mercados también implica la instalación de cámaras de seguridad y elementos modernos, económicos y eficientes, que puedan poner la seguridad de estos centros de abasto al nivel de los supermercados mayoristas. (Margarita Pesoa / Quadratín)
