Las campanas tañeron alegremente por la mañana, mientras los cohetones hicieron resonar el cielo, anunciando que el alba había llegado y que era el momento de llegar al templo parroquial de la ciudad, para entonarle las mañanitas a la Santísima Virgen de la Asunción, Patrona de los tlaxiaqueños.
Más tarde, miles de feligreses de la comunidad católica, acompañaron a la imagen de la Asunción, en un recorrido por las principales calles de la ciudad; en las que estratégicamente se colocan las cuatro ermitas, simbolizando los cuatro puntos cardinales, en los que se representa un pasaje bíblico, se reza y el pueblo recibe la bendición de la imagen inmaculada.
En su transitar, los miles de católicos, con velas, cantos y acompañados de la música de mariachi, hicieron más ameno el recorrido de la patrona de los tlaxiaqueños, sin faltar el estruendo de los cohetones que anunciaban el paso del peregrinar.
El párroco de la ciudad, Armando Fabián Vicente, durante la homilía dominical expresó: "Tlaxiaco está de fiesta y nuestra santísima madre María de la Asunción, es un motivo para que el pueblo se mantenga unido".
Un compromiso de amor
Resaltó el valor de los hijos, como lo hizo María, la madre de Dios, considerada un ejemplo de virtud y de estar con quien necesita el cobijo el amor maternal, considerando que en el seno familiar, el futuro y el presente están basados en los hijos.
Al finalizar la misa, el sacerdote pidió uno y mil aplausos, vivas y las dianas para la Santísima Virgen de la Asunción; agradeció a la familia Flores Hernández, por asumir el cargo tan importante tarea de Mayordomos, pues "han puesto su mayor esfuerzo y dedicación como símbolo de fe".
Recordó a los fieles, que el servicio a Dios va más allá de un compromiso, es un camino de enseñanza y fortalecimiento de los valores sociales.
Esta celebración religiosa está considerada para los tlaxiaqueños, una de las más importantes en este rubro, ya que en el mes de octubre, la fiesta es más cívica, aunque mantiene un ámbito religioso.
Una historia inolvidable
A Fray Gonzalo de Lucero y Fray Caldelas, se les atribuye la edificación del templo parroquial de Santa María de la Asunción, en el año de 1548.
La imagen de San Pedro, santo patrón del primer templo de Tlaxiaco, había sido enviada de España, junto con la escultura de la Virgen de la Asunción, pero se confundieron; la imagen de San Pedro se quedó en Teposcolula y la Santísima Virgen de la Asunción llegó a Tlaxiaco.
Este designio fue aceptado por Teposcolula y Tlaxiaco, que desde el año de 1794, conmemoran su fiesta patronal de acuerdo a la imagen que consagró a la población.
A un costado del templo parroquial, en la parte del ex convento de la ciudad, el comité de obras materiales del templo parroquial y el sacerdocio, determinaron exponer los vestidos de la Santísima Virgen de la Asunción, en una hermosa exposición abierta al público. (SIMITRIO ROBLES IBÁÑEZ)
