martes, febrero 27

Aumenta número de niños que trabajan en cruceros

En los principales cruceros de la ciudad, va en aumento la presencia de niños, entre seis y ocho años, que viven de la caridad, piden limosna a los conductores y los de más edad limpian parabrisas, mientras sus familiares se dedican al comercio informal vendiendo chicles, tarjetas para celulares, agua embotellada, flores y otras chucherías.

A muchos de ellos esos cruceros les fueron heredados por sus padres o hermanos, donde reúnen 20, 30 y hasta 50 pesos diarios, sin descanso porque aprovechan los tiempos del semáforo.

Reacio como todos los que trabajan en los cruceros, un pequeño que a cambio de comprarle unos dulces, dice que se llama Carlos, cuenta que junto con su hermanito Luis viene a vender desde una colonia de Santa Lucía del Camino.

No habla más que lo necesario, es difícil engañarlo, es desconfiado, al igual que todos los que trabajan en estos cruceros, se niegan a contestar sobre su forma de vida, si van a la escuela, si alguien de gobierno los ha visitado para ofrecerles apoyo.

La historia se repite en los cruceros más importantes, sobre todo en el de Cinco Señores, los pequeños trabajan solos o acompañados de sus padres.

En Oaxaca hay un millón 68 mil niños, cuyas edades fluctúan entre los 5 y 17 años; de acuerdo a estadísticas en 2007, en Oaxaca 191 mil de estos niños se encontraban trabajando, informó María Guadalupe González Ruiz, delegada federal del Trabajo.

Sostuvo que en 2009, esta cifra disminuyó a 158 mil niños, por el hecho de que, quienes no podían trabajar por ser menores de edad, ya lo pueden hacer por haber cumplido mayoría, pero los niños que trabajan no solamente se encuentran en los cruceros, los hay boleros, vendedores ambulantes, voceadores, cuida coches en los estacionamientos de las grandes tiendas, encontrándose casos de prostitución.

Faltan quienes trabajan en el campo, quienes desarrollan actividades peligrosas, moviendo maquinaria, herramienta en talleres y ladrilleras, trabajos nocturnos, tareas domésticas, entre otros.

El módulo de trabajo infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, se levantó por primera vez en 2007, habiéndose publicado en 2008; la encuesta se lleva a cabo cada dos años por su alto costo, indicó.

A pesar de que las cifras oficiales indican que 3.6 millones de niños trabajan en México, organizaciones no gubernamentales consideran que la cifra es de 5.1 millones.

La situación de estos menores es un mal necesario, porque aportan un salario a sus hogares, generalmente desintegrados, o con padres viciosos o irresponsables.

Para Leonel Rojas Medina, dirigente de la Federación de Organizaciones Campesinas, Obreras y Populares (FOCOPO) no se puede prohibir el trabajo infantil, si sus padres no ganan un salario que les permita hacer frente a sus necesidades más apremiantes; la pobreza es generadora de este fenómeno, de ahí que los diputados deban de abordar la situación de los raquíticos salarios mínimos que se pagan en México, citó.

En muchas familias el que no trabaja no come, desmintiendo que los niños cuando nacen traen una torta bajo el brazo, más bien ellos consiguen su propia torta en los cruceros, cuando llegan a tener cinco o seis años de edad.

La delegada de la Secretaría del Trabajo, sostuvo que vale la pena los esfuerzos hechos por los diferentes sectores que tienen que ver con el trabajo infantil; al tener la Secretaría del Trabajo y las autoridades estatales sus facultades limitadas a las empresas de su jurisdicción, se han incorporado la PGR, la SEDESOL al grupo intersectorial para atender al sector de manera integral, precisó. (José Hannan Robles/El Imparcial)

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