lunes, febrero 26

Oaxaca, de los 8 estados que representan el 64 % de pobres en México

La pobreza rural no es sólo un problema de subsidios o de falta de crédito, insuficiente acceso a tecnología y a mercados, es en conjunto un asunto multifactorial; y el reto es colocar a sus pobladores como autores de su propio desarrollo, reconoció la Secretaría de Agricultura (Sagarpa).

El subsecretario de Desarrollo Rural, Ignacio Rivera Rodríguez, resaltó que se requiere de nuevos mecanismos de solución que alejen del asistencialismo, que impliquen cambios institucionales profundos y en los que la sociedad asuma un papel protagónico.

Anunció, además, que esa dependencia reorientará una parte importante de sus recursos presupuestarios para “focalizar al hombre como centro de su propio desarrollo”, y movilizará capacidades de organización, planeación, acceso a tecnología y más servicios por medio de una estrategia de extensionismo rural.

Lo anterior, durante la impartición del taller de difusión en Oaxaca del Proyecto Conocimiento y Cambio en Pobreza Rural y Desarrollo, el cual generó consensos en la necesidad de afrontar la pobreza con mecanismos que traspasen lo asistencial y con el consenso y la participación de la sociedad.

Los programas sociales chocan en ocasiones con la condición particular de las familias rurales y generan conflictos, señaló el especialista universitario Salomón Nahmad.

Asimismo, dijo que para tal finalidad la Sagarpa pedirá el apoyo de las universidades, incluidas las locales de Oaxaca, a efecto de que sus académicos e investigadores “volteen con más intensidad al campo a fin de impulsar el desarrollo”, sobre todo de los campesinos de pequeña escala, de agricultura familiar, que representan 90 por ciento del total de productores en México.

“Si las universidades comienzan a trabajar en el combate a la pobreza, a encontrar oportunidades, los proyectos de los productores familiares, entraremos en procesos de desarrollo más intensos y efectivos”, aseveró.

El profesor e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) dictó la conferencia magistral “Acercamiento a la construcción de una tipología de la pobreza rural en México”.

Comentó situaciones que se viven en el medio rural –las cuales son incomprendidas por la mentalidad occidental–, como la existencia en muchas comunidades con familias poligámicas, en las cuales surgen frecuentemente problemas relacionados con las políticas públicas.

Hizo referencia a que hay programas sociales enfocados a individuos específicos que chocan con las formas comunitarias de vida y gobierno de los municipios indígenas, se rigen por usos y costumbres, donde existe el tequio (una forma organizada de trabajo colectivo para beneficio social) y el sistema de cargos, y donde la toma de decisiones es por asamblea.

El especialista en temas rurales y miembro del Grupo de Trabajo Nacional del Proyecto, Gustavo Gordillo, destacó que la creciente dispersión geográfica de los pobladores rurales es un síntoma de la pobreza y de la falta de oportunidades; a 2005 sumaban 205 mil las localidades rurales en México.

La desigualdad entre las regiones rurales de la República también resalta pues mientras la tasa de pobreza extrema es de 6.5 por ciento en el estado de Baja California, en Chiapas y Guerrero es de cerca de 60 por ciento.

Ocho estados de la República (Chiapas, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Puebla, Veracruz, Michoacán y Tabasco) representan 64 por ciento de los pobres en el sector rural y aportan sólo 18 por ciento de PIB agrícola.

El profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y consultor externo de la FAO, Luis Gómez Oliver, afirmó que la solución de la pobreza no es por medio del asistencialismo, sino de una vía de desarrollo autónoma.

Existe también el enfoque erróneo de que la pobreza puede ser resuelta en buena medida con apoyos económicos, como lo hacen los países desarrollados. “Aquí eso no es viable pues la pobreza en México no es individual, sino de todo un medio social, el rural”, aseveró.

A cualquiera de nosotros, añadió, que nos pusieran en este medio sin infraestructura, sin comunicaciones, con altos costos de transacción, sin recursos, sin financiamiento, vamos a ser pobres, y tratar de resolver esto caso por caso no tiene destino.

Es necesario plantear una estrategia que supere la marginalidad del medio social, y ésta no puede ser una negociación del presupuesto anual que se aplica al campo, pues hacerlo así sería un planteamiento de corto plazo. (El Heraldo de Chihuahua)

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