Según proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) ocho entidades federativas concentran la mitad de la población nacional y hasta 2005, Chiapas y Oaxaca continuaban siendo los estados menos urbanizadas del país, pues menos del 50% de su población vivía en localidades urbanas, situación similar a la que prevalecía en todo el país hace 45 años.
En 2005, de un total de 2 mil 454 municipios en el país, 571 eran urbanos, 225 tenían localidades de más de 15 mil habitantes, 70 integraban alguna zona metropolitana y 276 tenían al menos una localidad urbana.
La población rural (localidades de menos de dos mil 500 habitantes) ha experimentado un menor crecimiento demográfico. En 2005, la mayoría de las entidades federativas presentaron una disminución porcentual de población rural respecto a 2000.
En el marco del Día Mundial del Hábitat, el organismo destacó que a finales del siglo XX, México era un país predominantemente urbano ya que 61% de la población nacional residía en 309 ciudades, quedando atrás la primacía rural que había existido hasta entonces.
El cambio socio-demográfico tiene tres expresiones fundamentales: la transición demográfica, el proceso de urbanización y la masificación de la migración internacional, los cuales ejercen una notable influencia en el desarrollo y la calidad de vida de la población.
En el primer lustro del siglo XXI, la población urbana representaba 63% de los 103.3 millones de habitantes del país, viviendo en 550 localidades de más de 15 mil habitantes, de ellas, 525 formaban parte de alguna zona metropolitana, mientras que el sistema urbano nacional estaba conformado por 343 ciudades, 56 de las cuales eran zonas metropolitanas (considerando que en 1960 eran solamente 12).
Fuente: El Imparcial
