En nada ha cambiado la realidad de las mujeres indígenas a quienes se les sigue marginando, y sólo son parte del discurso, pero en realidad sus niveles de bienestar van de mal en peor, coincidieron en señalar las participantes en la mesa de debate “La mujer en la vida comunitaria” convocada por el Movimiento Nacional de Mujeres de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).
Elizabeth Hernández Reyes, ex titular de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), aseguró que en nada se ha avanzado en el respeto a los derechos de las mujeres, principalmente en las zonas indígenas, y más en esos 418 municipios que se rigen bajo el sistema de Usos y Costumbres, en donde las mujeres están supeditadas al hombre.
“El patriarcado que se ejerce bajo el argumento de los usos y las costumbres, rompe con los derechos de las mujeres a quienes no les permiten ejercer sus derechos políticos, ni mucho menos el acceso a los servicios de salud o la educación, al privilegiar a los niños y no a las niñas”.
A su vez, Jesusita Bautista, defensora de los derechos humanos, estimó que se sigue marginando a la mujer, porque en los pueblos indígenas, en donde estudios recientes revelan que San Agustín Loxicha, sigue ocupando el primer lugar en mortandad materno-infantil.
Esto –recalcó- es lógico porque no cambia la cultura machista, quienes impiden que las mujeres acudan a dar a luz al hospital, porque los padres quieren que sus hijos nazcan en su hogar, por lo cual la mujer está sujeta altos riesgos de muerte.
También se les niega a participar en las elecciones, pero se le tiene más que todo como destinada al matrimonio y procrear, sin darles oportunidad de estudiar y labrarse un futuro que les permita superar los niveles de pobreza y marginación en que viven.
Cirila Sánchez Mendoza, ex senadora de la República, reconoció que la discriminación que sufren las mujeres indígenas no ha variado, pero es por falta de crear una cultura desde los hogares, a fin de que puedan defender sus derechos. (Samuel Gómez/El Imparcial)
