jueves, febrero 29

Desplazados triquis ven la luz

Después de casi cinco años, 15 familias indígenas triquis y mixtecas, quienes salieron en éxodo de Valle del Río San Pedro, Putla de Guerrero, ante la violencia histórica en la zona, fueron reubicadas en esta municipalidad por el Estado mexicano, para atender las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Las 15 familias, integradas por 77 hombres y mujeres, adultos y niños, dejaron su comunidad el 3 de agosto del 2012 para dirigirse a la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, debido a las constantes agresiones con armas de fuego de sujetos desconocidos.

En una de estas, el 8 de mayo de ese año, cuatro hombres provistos de rifles de asalto Ak-47 o Cuerno de Chivo, ingresaron a la comunidad en un vehículo y asesinaron en sus domicilios a tres indígenas triquis, Jaime Ramírez Martínez, Joaquín González y Eulogio López Aguilar.

Aunque su desplazamiento inició en el 2008, salieron de San Miguel Copala, Guadalupe Tilapa, Llano de Nopal, Llano Aguacate, Ñutasani y La Ladera, para fundar Valle del Río San Pedro, a causa de la violencia generada por organizaciones y partidos políticos, intolerancia religiosa y por grupos armados.

El rechazo

Inicialmente, el Estado mexicano hospedó a las familias en un hotel, pero después, en 2010, las trasladó en un predio de 10 hectáreas adquirido en el paraje El Yugite, en la agencia municipal Cañada del Curtidor, aunque al poco tiempo sus habitantes rechazaron su presencia, por supuestos riesgo de violencia debido a sus antecedentes.

Los pobladores hasta instalaron un bloqueo en el camino, para impedir no solamente el paso de alimentos, sino también de camas, mesas, sillas y enseres domésticos, a quienes llegaban como avecindados.

Después de una lucha pacífica de tres años para convencer a sus vecinos, finalmente fueron aceptadas, pero ya para dar inicio la construcción de las viviendas, en octubre del año pasado, se dividieron por algunos conflictos que empezaban a surgir, por los usos y costumbres entre triquis y mixtecos.

En El Yugite, se quedaron las familias triquis y en La Loma Sagrada, un paraje no tan distante, terminaron las mixtecas.

En ambos parajes, los hombres salen por la mañana a trabajar como peones en el campo o en la albañilería, mientras las mujeres se dedican a la elaboración de los tradicionales huipiles triquis, así como a la engorda de gallinas, cerdos y becerros, para la manutención de las familias.

Los hombres, están también a la espera de la temporada de lluvias para sembrar maíz, el principal alimento de su dieta.

Octavio Vélez/NVI Noticias

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