miércoles, febrero 28

Con música rescatan a niños del narco en Oaxaca

En los Valles Centrales de Oaxaca hay una comunidad que combate el narcotráfico con música. Desde el 2012 ha cosechado varias generaciones de niños que no tenían otra alternativa más que emigrar o dedicarse –como sus padres– a la siembra de enervantes.

Dicha comunidad se llama San Juan del Río Tlacolula, y está ubicada a dos horas de la capital del estado. Allí, en 2014 se fundó el Instituto Intercultural Calmécac, cuyo creador, Nathanael Lorenzo Hernández, asegura que niños de comunidades indígenas zapotecas y mixes escaparon de la siembra de amapola y marihuana, para estudiar el lenguaje del viento a través de la música.

Semillero de talento

Para llegar a la escuela desde la capital de Oaxaca, hay que tomar la carretera federal 190 y tomar la desviación que conduce a San Juan del Río. A partir de este punto, el camino es de terracería. Ahí está la primera sede del instituto Intercultural Calmécac, donde actualmente acuden 22 estudiantes, 10 de ellos originarios de comunidades más lejanas.

Esta institución sin fines de de lucro comenzó hace tres años con el fin de alejar a los adolescentes del alcoholismo, la drogadicción y el machismo. Además, «hacia falta visión e innovación en las bandas filarmónicas comunitarias», dice Lorenzo Hernández, quien es compositor, investigador y educador musical.

Calmécac, afirma, se creó con el propósito de formar personas más analíticas y propositivas, que aporten a la sociedad e impacten con sus acciones: “Enfrentamos al narcotráfico con música”, dice orgulloso, pero lamenta que la pobreza que existe en el estado de Oaxaca orille a los jóvenes a emigrar o los lleve a caer en adicciones y actividades ilícitas.

Las trabas que en su vida tuvo que sortear este profesor, originario de Nejapa de Madero, hicieron que durante ocho años dejara de escribir música. Fue entonces cuando nació la idea; pues para él Oaxaca es muy rico en cuestión musical, pero disfuncional en cuestión pedagógica.

El sueño de un edificio

Nathanael Lorenzo indica que, a corto plazo se edificará en San Juan del Río un edificio propio con capacidad para 60 estudiantes, en donde se ofrecerán los servicios de hospedaje, alimentación y clases.

Los jóvenes pagan una colegiatura mensual de 800 pesos, pues este instituto no cuenta con apoyos gubernamentales. Además, reciben asesoria de un profesor, para el cuidado y preservación de las lenguas indígenas, y se les enseña a los jóvenes a escribir en su dialecto.

En las sedes de San Juan del Río hay 22 estudiantes; en Nejapa de Madero, 26; en Santa María Yaviche, 30 alumnos; y en Pluma Hidalgo, 15. Allí, niños desde los cuatro años pueden acudir a aprender.

Sin apoyo institucional

Para que la sede de San Juan del Río continué sus operaciones, se necesitan al menos 60 mil pesos al mes para el pago de alimentación, mantenimientos, rentas y para la cuota de los maestros.

El compositor explica que los recursos los gestionan por medio de sus conciertos, venta de discos y artículos diversos; cuentan también con donaciones particulares desde Estados Unidos y Canadá.

Lamenta la falta de apoyo por parte de las autoridades estatales, pues asegura que en repetidas ocasiones han buscado el apoyo de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), sobre todo para apoyar a los estudiantes, el mantenimiento de las sedes y la donación de instrumentos musicales.

NVI Noticias

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