La zona arqueológica de Monte Albán sigue acaparando la atención del turismo nacional e internacional. Ayer lució abarrotada, contemplada y distinguida por más de cuatro mil visitantes en un día de cielo azul, algunas nubes blancas y quemantes rayos solares.
Aunque se trató de una cifra importante de personas en la ciudad prehispánica más grande de Oaxaca, el turismo no pudo llenar la extensa superficie sagrada para los zapotecos.
El arribo de mujeres, hombres, jóvenes y niños se hizo en grupo, en autobuses de clase turística. En tanto otras familias lo hicieron a bordo de lujosas camionetas y automóviles.
Una vez en la zona, el turismo internacional era el más atento e interesado, intercambiaban puntos de vista con el guía contratado para tal evento.
La presencia de miles de visitantes entrando y saliendo de los edificios, caminando por donde se ubica el campo del juego de pelota, la capilla, las tumbas, principalmente la siete, y en otros espacios recorriendo a paso lento la zona, nos recordó la constante ocupación humana que mantuvo por más de 13 siglos (500 a.C. hasta 850 d.C.).
Aunque investigadores siguen sin establecer cuáles fueron las razones del gradual abandono, la zona arqueológica sigue siendo objeto de visita durante el año, especialmente en temporada vacacional.
Los visitantes se marchaban tranquilos después del recorrido por la superficie que en su tiempo representó la primera urbe planificada del continente americano.
Aprendieron, además, que fue uno de los pocos sitios en el mundo en donde se muestra claramente el surgimiento del Estado como sistema de gobierno dirigido por la clase sacerdotal.
El gradual e inexplicable abandono de los zapotecos, información histórica proporcionada por guías especializados en esta cultura, se convirtió en uno de los temas principales abordados por los visitantes.
Conocieron que tras el abandono de la ciudad, sus ruinas fueron siempre sagradas para los zapotecos que la construyeron y para los mixtecos que arribaron al Valle de Oaxaca en época tardía.
Éstos últimos depositaron los restos de algunos personajes principales en una tumba zapoteca (la número 7), acompañándolos de una extraordinaria ofrenda.
En tanto, personal administrativo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), calificaba de buena la presencia de visitantes, al informar que el pasado domingo arribaron más de cinco mil; lunes, cuatro mil; martes, cuatro mil 500; ayer, cuatro mil 300, aproximadamente.
Al comparar los números de hoy con los del 2009, opinaron que por unos puntos más, puede decirse que fue mayor la presencia de visitantes el año pasado en la temporada decembrina.
Fuente: Mario Girón/El Imparcial
