sábado, marzo 2

Llaman a prevenir el abuso sexual infantil

“En la mayoría de los casos de abuso sexual, los niños abusados conocen al abusador; entre 70 y 75% se trata de familiares o personas cercanas a la familia y los más vulnerables son aquellos que no tienen suficiente autoestima y que se encuentran entre los 3 y 9 años.

“Nosotros enseñamos a los niños a cuidarse de los extraños, pero nunca de gente conocida o de la familia”, señaló Arení Antonio Soto, representante de la Dirección de Prevención al Delito del Gobierno del Estado.

Durante la conferencia “Prevención del Abuso Sexual Infantil”, en el Paseo Juárez El Llano, explicó las etapas por las que pasa una persona abusada y reiteró en múltiples ocasiones que el abuso sexual es un delito grave y tiene que ser denunciado.

“Muchas veces las familias de niños o niñas abusadas no denuncia, es importante saber que los niños también pueden ser abusados y que igualmente, hay mujeres abusadoras, en lugar de que nos dé pena, tenemos que hablar”.

Arení Antonio dijo que un primer paso para prevenir el abuso sexual en nuestros hijos es el darles cariño y afecto, pues un niño con esas características, podría en un momento dado “acusar” a quien quiera abusarlo.

“Hay que enseñar a nuestros hijos a tenernos confianza, tenemos que dedicarles tiempos de calidad en los que aprendamos como padres a detectar conductas, enseñarles las partes de su cuerpo con los nombres correctos empezando por la cabeza hasta llegar a los pies”.

Recomendó preguntarles cómo están y cómo se sienten, fomentar valores y sobre todo, que se les grabe, que su cuerpo es suyo y nadie debe tocarlo.

“Es recomendable ayudarles a bañarse y/o bañarse con ellos hasta los cinco años, así como no saludarlos de beso en la boca u obligarlos por ejemplo a saludar cuando no quieren”.

Existe, según la especialista, una palabra de poder que todos los padres deberían enseñar a los niños desde pequeños: “no, déjame, te voy a acusar”, que podría detener a los abusadores, pues “son personas que saben perfectamente lo que hacen y es fácil que confundan al niño con conductas agradables y que generen su confianza, para después jugar a los secretos”.

Etapas del abuso sexual:

1ª. Selección: Consiste en que el abusador (a), elige a su víctima, por lo general niños vulnerables en su contexto próximo, con falta de atención y baja autoestima, por ejemplo.

2ª Seducción: El o la abusadora, se va ganando la confianza del niño, pasa periodos largos de tiempo con él y se gana su confianza y cariño.

3ª Interacción sexual: el abuso sexual se torna de menor a mayor intensidad.

4ª Secreto: El abusador o abusadora, pide al niño mediante chantaje emocional guardar el secreto; “hay que enseñar a nuestros hijos a identificar secretos buenos y malos”, dijo Antonio Soto.

5ª Descubrimiento: “Existen varios tipos de descubrimiento, desde la flagrancia en la que los padres encuentran al niño siendo abusado, hasta en los que el niño les dice a la persona de confianza o cuando una tercera persona como un maestro, tía o vecino, denuncian al agresor del niño con sus padres”.

6ª Fase de negación: Puede o no darse, pues existen familias que se rehúsan a creer lo sucedido, sobre todo si el abuso fue por parte de un miembro de la misma.

Características del niño abusado

“Estas características no siempre quieren decir que un niño fue abusado, a lo mejor el menor tiene otro tipo de problemas, por eso es importante que los padres conozcamos a nuestros hijos y que sean canalizados a algún departamento psicológico, para que sean apoyados por especialistas.

“Si los padres o algún miembro de la familia descubrimos que existe el caso de abuso sexual, debemos denunciar en cualquier Agencia del Ministerio Público, a la Procuraduría de la Defensa del menor y la Mujer, o a la Dirección de Prevención al Delito”, expresó Arení Antonio.

Las principales características en el niño abusado sexualmente son los cambios de conducta, descontrol y desinterés, piden baños constantes (porque se sienten sucios), dejar de comer, manifestar la problemática en dibujos, pesadillas y miedo o rechazo a una persona en específico. (Layla E. Torres Caballero/El Imparcial)

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