martes, marzo 5

Oaxaca funde su sabor y colorido, maravilla con su arte al Estado Vaticano

En la Sala Paulo Sexto, ubicada en la Ciudad del Estado Vaticano, se inaugura el segundo árbol de navidad y el nacimiento monumental elaborado por el maestro Alejandro Vera.

Se realiza un cocktail con la asistencia de autoridades de Oaxaca y El Vaticano, para apreciar las artesanías oaxaqueñas, degustar la gastronomía así como el mezcal.

Parecía una vela istmeña. Al fondo, una mesa decorada con papel picado sobre la cual se expusieron más de 4 mil degustaciones de platillos oaxaqueños: tamalitos de cambray, de mole, garnachas, tostadas con chileajo, dulces regionales, mezcal con gusano servido en carrizo. Alrededor velas de cera labrada, sonaba “La Sandunga” mientras el grupo de danza interpretaba el baile típico. Los asistentes estaban desbordados.

Al centro de la Sala Paulo Sexto, estaba montado el nacimiento monumental elaborado por el maestro Jacobo Ángeles y Angélico Jiménez, el cual fue pintado con la técnica del alebrije. Al fondo de la Sala – donde el Papa Francisco I ofrece en ocasiones la Audiencia General- el segundo nacimiento tallado por el maestro Alejandro Vera, al pie del árbol del que pendían 600 artesanías oaxaqueñas.

En presencia del Embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer; de Italia, Gabriel Ruiz Cabañas; el Presidente del Governatorato del Estado Vaticano, el cardenal italiano Giuseppe Bertello, así como del Secretario de Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla, el maestro artesano Angélico Jiménez, labró y pintó sus tradicionales alebrijes maravillando a los asistentes.

Durante el mensaje de bienvenida a los artesanos oaxaqueños, el Embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios, afirmó que es motivo de singular satisfacción contar con la presencia de Oaxaca en el Vaticano. “El trabajo que realizan con las fibras de lana, la madera, el ixtle, el barro, la hoja de lata, se da muestra de la capacidad plástica de los pueblos mesoamericanos, por lo cual, agradezco su presencia para disfrutar el color, la singular gastronomía de Oaxaca y la bebida milenaria de los dioses: el mezcal”.

En este sentido, reconoció la contribución del pueblo oaxaqueño, su fuerza de trabajo que día con día engrandece al país, motivo por el cual hizo votos para que esta Navidad Mexicana en el Vaticano, sea un puente de comunicación entre México y la Santa Sede.

Recordó además que el pasado miércoles, al concluir la Audiencia General, el Papa Francisco I saludó a los artesanos y representantes de Oaxaca, a quienes expresó su solidaridad y reconocimiento. “Por eso le damos las gracias a ese estado sureño, porque son un pueblo pujante que día con día levanta el rostro, les damos las gracias por contribuir a hacer de México una sociedad dinámica, progresista y con la mirada puesta en el futuro”, aseveró.

En su oportunidad, el Secretario de Turismo y Desarrollo Económico, dio a conocer que la cuarta parte de las entidades mexicanas han estado presentes en el estado Vaticano a través de esta muestra artesanal y corresponde ahora a Oaxaca dar una muestra de su riqueza cultural.

Detalló que la entidad tiene una extensión territorial de 93 mil kilómetros cuadrados donde habitan casi 4 millones de personas. Tiene 570 ayuntamientos, una intensa vida social, cultural y política, además en ella convergen 16 de las 57 etnias indígenas del país, además de una tercera raíz de la mexicanidad que es el componente de origen africano.

Por todo ello, la riqueza cultural de Oaxaca es inigualable, muestra de ello es el singular nacimiento y exposición artesanal que desde el pasado sábado 6 de diciembre se encuentra expuesta en el Museo del Vaticano.

Asimismo, recalcó que Oaxaca es un estado de gran vocación turística, toda vez que esta actividad genera el 16.2 por ciento del producto interno bruto estatal, además dependen del sector artesanal un padrón de 400 mil artesanos que habitan en 50 municipios de la entidad, de los cuales 25 participan en la exposición que se realiza en el Museo del Vaticano, como parte de las acciones de promoción que realiza la Secretaría de Turismo.

Al concluir su participación, comenzó la fiesta oaxaqueña. El Vaticano se llenó del color, algarabía y magia que sólo la música, las artesanías y la gastronomía oaxaqueña pueden transmitir. Turistas, europeos, ingleses, franceses, checos, húngaros y chinos disfrutaron el mezcal, bailaron los sones del Istmo de Tehuantepec y adquirieron algunas artesanías que los creadores oaxaqueños llevaron para poner a la venta

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