jueves, febrero 29

María Sabina y sus visitantes a 123 años del su natalicio

Los ancestrales conocimientos la llevaron al entendimiento de los hongos alusinógenos, que dieran pie al desarrollo de la micología, este sábado se cumplieron 123 años del nacimiento de María Sabina “la sacerdotisa de los hongos”.

Fue el padre de la micología, Gordon Watson, quien dio a conocer al mundo los procedimientos curativos ancestrales de María Sabina, lo que provocó que diversas personalidades visitaran a la chamana en Huautla de Jimenez.

Se sabe que fue un 11 de octubre de 1962 que el Dr. Hofmann visitó a María Sabina para darle 30 mg de psilocibina sintética a ella, a su hija y a otro chamán mazateca, con la esperanza de que los expertos aprobaran su nuevo fármaco basado en esta sustancia.

De igual forma, el micólogo francés, Roger Heim, que en ese entonces era director del Laboratorio de Criptogramia del Museo de Historia Natural de París. A través de sus escritos Heim nos confirma la “personalidad poderosa” de María Sabina.

También Aldus Huxley visitó México en los años 30’s con un propósito meramente social, influenciado por la teoría de su entrañable amigo el escritor D. H. Lawrence.  En los años 60’s –y poco antes de su muerte– hizo otra visita a México en la que se cree pudo haber conocido a María Sabina.

El escritor, psicólogo y gurú de la conciencia y la psicodelia, Timothy Leary, quien descifró la “piedra Rosetta de la consciencia”– de la mano de la chamana Sabina y desde aquél día se empeñó en fundar una nueva religión basada en la espiritualidad del reino fungi.

Otro de los visitantes fue Walt Disney, quién construyó la pista de aterrizaje más cercana a Huautla, para así evitar las 10 horas de camino desde la ciudad de Oaxaca. Pero otra leyenda asegura que en realidad la construyó el multimillonario Howard Hughes.

Según Alejandro Jodorowsky, su amigo el pintor Francisco Fierro, le trajo un regalo que le mandaba la curandera desde Huautla: se trataba de seis parejas de hongos. Le decía Fierro: “ella te vio en sueños. Parece que vas a realizar una obra que ayudará a que los valores de nuestro país se reconozcan en el mundo”, ello le permitió crear un espectáculo de títeres Manos arriba que mostraba las visiones que producía un alucinógeno llamado Semilla de la Virgen, ololiuhqui en náhuatl, “cosa redonda”.

En su libro “Los indios de México”, Fernando Benitez refiere en uno de sus capítulos a la cultura mazateca, y a su trabajo de campo de la mano de los hongos y de personajes como María Sabina, entre otros oriundos de la región.

Pionero del cine underground y experimental, Bruce Conner, estaba esperando que en América estallara un desastre nuclear, Conner, junto a Tim Leary, se trasladó a México en 1962 donde pasó su tiempo buscando hongos alucinógenos en Huautla de Jiménez, aunque no se sabe con certeza si fue María Sabina quien le instruyó en su camino.

Una visita de la que tampoco se tiene la certeza –e inclusive existen varias versiones sobre John Lennon en busca de Sabina. La primera es contada por Álvaro Estrada en su libro Vida de María Sabina, en un fragmento nos dice: “En el verano de 1969 hubo fuertes rumores sobre la llegada de un avión Cessna en el que habrían aterrizado Carlos Ávila Camacho, John Lennon, George Harrison y una antropóloga llamada Brenda. Supuestamente se hospedaron en la Posada Rosada, fumaron marihuana y salieron a buscar a María Sabina.

Ella no quiso desvelarse con ellos porque se encontraba agotada y los citó a la noche siguiente. Como las estrellas no quisieron esperar, fueron a dar con otra chamana, Josefina Terán, quien les organizó un “viaje” a cambio de unos pesos. Se supone también que en el transcurso de la misma, John Lennon se malviajó y salió de la choza gritando: No permitiré que me maten.”

Otra leyenda se ha hecho correr afirmando que la misma María Sabina, había pronunciado lo siguiente: “En una ocasión vinieron a mí un señor rubio y una señora de aspecto oriental, me pidieron un ‘viaje’ a lo cual accedí, nos pusimos en trance durante algunas horas y después de la meditación, él se me acercó y me dijo en perfecto español ‘Gracias, he visto mi muerte en este viaje’, me escribió una nota y encima dejó algunos dólares en la mesa”.

De The Rolling Stones a The Who y de Dylan a The Doors. De estas cuatro personalidades de la música no se tiene ni un solo dato o información verídica de su visita a Oaxaca para consumir hongos, mucho menos de haber estado con María Sabina. Sin embargo, la leyenda se argumenta, de boca en boca, gracias a los mitos que se han hecho saber en el pueblo de Huautla sobre personajes muy parecidos a los mencionados que entre los años 1968 y 1971 –el boom del consumo de hongos– se les vio merodear por la zona.

Hubo quienes alguna vez mencionaron que el personaje de “Don Juan” de Carlos Castaneda era en realidad una fusión fantástica entre la figura de María Sabina y un chaman que conoció Castaneda de nombre Salvador López. Ésta, y las afirmaciones del mismo autor de Las enseñanzas de Don Juan, han confirmado que el escritor efectivamente había conocido a Sabina. En 1963, Castaneda intentó formar parte del círculo de discípulos del Dr. Leary que en aquel entonces se reunían en Zihuatanejo, México. En una de sus cartas a Leary, Castaneda le advirtió que esa mujer “me ofreció compartir algunos de sus secretos contigo”.

En su libro “Los chamanes de México”, el psicólogo mexicano Jacobo Grinberg Zylberbaum nos relata sus experiencias por México de la mano de los hombres y mujeres de conocimiento. Entre estos relatos se encuentra el de su visita a Huata con María Sabina que, aunque no fue agradable sino más bien “terrible”, al respecto escribió: “Tardé varios años en entender apreciar mi experiencia. María Sabina me había mostrado uno de mis refugios emocionales, mi incapacidad para vivir en el presente y mi tendencia a huir de la realidad para guarecerme en una estructura de comodidad. Le agradezco mi terrible enseñanza”.

María Sabina Magdalena García, nació el 22 de julio de 1894 en Huautla de Jiménez, Oaxaca.

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