Rufino Domínguez Santos, director general del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), dio a conocer que de aproximadamente 100 migrantes que atraviesan la frontera a Estados Unidos, el 80 por ciento sufre secuestros por parte de quienes los llevan a este país, a quienes se les conoce como Coyotes.
Informó que durante hace muchos años, una de las problemáticas que ha persistido es el secuestro de las personas que intentan atravesar la frontera, donde los coyotes llaman por teléfono a los residentes en el país del norte y piden de 5 mil a 7 mil dólares para que entreguen a los familiares que provienen de México.
Aseguró que también se puede dar la situación en la que es mentira que el familiar ya sea la esposa, hijo, tío, o algún pariente se encuentre en poder de los coyotes, sin embargo en los casos en los que es verdad, estas personas son entregadas a sus familiares siempre y cuando se haya recibido el dinero acordado, de lo contrario pueden estar bajo su resguardo durante semanas hasta que se llegue a un acuerdo entre los coyotes y los familiares de las personas que recién llegan a los Estados Unidos.
En cuanto al trato que los coyotes les otorgan a los migrantes que secuestran, dijo, hay quienes respetan sus derechos individuales y buenos tratos, sin embargo, los hay también quienes dan poca comida y agua a las personas que tienen bajo su resguardo, no les proporcionan las condiciones para bañarse y los tienen totalmente incomunicados para ser ellos quienes se comunican directamente con quienes van a pagar el rescate.
Este tipo de problemas de secuestro, expresó, tanto el gobierno de México como el de Estados Unidos, no tienen forma de como castigar ni encontrar al culpable, debido a que las victimas no quieren denunciar por miedo a sufrir daños en su integridad física, incluso que atenten en contra de su vida.
Agregó que en torno a los padecimientos de los migrantes que radican en el país vecino, más del 50 por ciento de los trabajadores en estados unidos son indocumentados por lo que sus derechos laborales y a la salud principalmente son violados, hechos que no garantizan que al denunciar un secuestro se pueda dar alguna solución positiva.
Domínguez Santos, aseveró que de los más de 200 mil trabajadores temporales de los cuáles son aproximadamente 30 mil oaxaqueños, este tipo de secuestros son percibidos de manera normal y cotidiana, lo que es otro motivo por el cuál estos hechos no son demandados. (Nathalie Gómez/IGABE)
