El presidente municipal de San Jorge Nuchita, Miguel Isauro Ruiz Silva, informó que debido a las heladas que ocurrieron en el norte del país en el pasado temporal, un estimado de mil jornaleros agrícolas que se emplean en los estados del norte del país, se encuentran sin empleo en su comunidad, ya que recientemente tuvieron que regresar porque el trabajo no iniciaba en las entidades fronterizas.
Dijo que los habitantes que regresaron y que permanecen sin empleo, representan el 80 por ciento de los jornaleros que se emplean en los estados de Tijuana y Sinaloa, quienes parten cada año para emplearse en los cultivos, algunos que llevan años sobreviviendo de esa manera porque en su comunidad de origen no hay fuentes de empleo y solo sobreviven con las cosechas de autoconsumo.
Comentó que desde hace varias semanas inició el retorno de los jornaleros agrícolas, algunos que esperan que las fuentes de empleo se reactivaran tras las heladas que se registraron, pero al notar que eso tardaría optaron por regresar a sus comunidades, porque de ellos depende el sustento de sus familias, “muy pocos se quedaron porque les prometieron que pronto se retomarán las siembras”, indicó.
Ruiz Silva explicó que las heladas representaron pérdidas para los jornaleros agrícolas, pues el viaje desde la Mixteca al norte del país cuesta arriba de mil pesos, por lo tanto en el viaje redondo y durante su estancia en Tijuana o Sinaloa, invirtieron poco más de cinco mil pesos, ahora sólo sobreviven con lo poco que cosecharon sus familias en su comunidades, de maíz y o frijol.
Asimismo precisó que la mayoría de los desempleados se encuentran entre los 18 y 30 años de edad, algunos que por primera vez viajaban al norte del país y otros que ya iban por varias veces, en donde reciben una paga diaria de dos salarios mínimos en promedio, “pero tienen que trabajar mucho, desde que amanece hasta que casi se mete el sol, la gente tiene que trabajar horas extras y vivir con mucho sacrificio”, señaló.
El presidente municipal de San Jorge Nuchita expresó que esta situación no se veía desde hace muchos años, ya que siempre partían a principios o finales de año, para que meses después regresaran a sus comunidades tras enviar el recursos a sus familias. (Adriana Ramos/IGABE)
