“Estos días santos la cifra que llevamos hasta el momento es arriba de los 20 mil visitantes, en comparación de los 36 mil turistas que se registraron el año pasado durante las dos semanas, de aquí al otro sábado esperamos se rebase”, comentó Miguel Ángel Cruz González, director de la zona arqueológica de Monte Albán.
A medio kilómetro, antes de ingresar a la antigua ciudad zapoteca, los automóviles con placas nacionales y extranjeras abarrotaron ayer los improvisados cajones de los estacionamientos que se implementaron en el lugar, entre sorpresa y extrañeza, los visitantes indicaron sentirse contentos de estar, algunos por primera vez, en Monte Albán
“Lo había visto sólo en Internet y me moría de ganas de visitar esta zona arqueológica”, declaró Helios Parra, turista nicaragüense.
El costo de ingreso que este año ha mantenido Monte Albán es de $51.00 pesos por persona, aplicando también los respectivos descuentos a trabajadores de la educación, estudiantes y personas de la tercera edad.
“De a 20 pesos, lleve al Dios del amor”, ofrecía sus artesanías de barro Juan, quien indicó “aunque vengan muchas personas a las ruinas, a veces no compran y eso que no estamos dando caro”, dijo.
Y es que según las declaraciones del director, Cruz González, se tiene un estimado de 65% de turismo, siendo 35% de éste extranjero, lo cual aunque se está generando una derrama en el ingreso a las instalaciones, la venta artesanal sigue estando baja.
En el sitio se pueden encontrar artesanías diversas, mayormente elaboradas de piedra, barro, pulseras de coco y de madera, así como algunos textiles, según sus vendedores, aquellas figuras que destacan los roles jerárquicos que los zapotecas tenían en el periodo de florecimiento de Monte Albán, son los preferidos del turismo.
Los precios de venta de estas obras artesanales van desde monederos de 15 pesos hasta máscaras de piedra de casi mil pesos.
La Secretaria de Salud, así como elementos de la Policía Estatal y Municipal, son las instituciones que brindan en Monte Albán la seguridad a los visitantes, “hay un registro de saldo blanco”, indicó un policía.
En la zona arqueológica son aproximadamente 70 las familias que perciben ingreso de este sitio turístico, entre la cuadrilla de 35 personas que laboran en el lugar, así como 24 trabajadores de base y los diversos artesanos. (Mario Marcos Santa Anna/El Imparcial)
