miércoles, febrero 28

Vulnerables, oaxaqueños de la tercera edad

Además de vivir en condiciones de pobreza, la mayoría de los adultos mayores de Oaxaca, que representa el 10.7% de la población total, es vulnerable a la violencia intrafamiliar y apenas 60% es derechohabiente a alguna institución de salud.

En el marco del Día internacional de las personas de la tercera edad, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reflejan que en Oaxaca residen 406 mil adultos mayores, que se traduce en que por cada 100 hogares, en 22 hay al menos una persona de 60 años y más.

El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 1 de octubre como Día Internacional de las Personas de Edad, el cual se conmemora anualmente y tiene como objetivo reconocer la contribución de los adultos mayores al desarrollo económico y social, así como resaltar las oportunidades y los retos asociados al envejecimiento demográfico.

De acuerdo al INEGI, en Oaxaca, entre 1990 y 2010, la población en su conjunto se incrementó a una tasa promedio anual de 1.14%, mientras que la tasa de crecimiento de las personas de 60 años y más fue de 3.27.

De este modo, el número de adultos mayores pasó de 212 mil a 406 mil en dicho periodo, y su proporción respecto a la población total creció de 7 a 10.7%.

En 2010 los porcentajes de la población adulta mayor por municipio registran contrastes significativos en los 570 que hay en la entidad, al considerar que en una parte hay municipios con más del 30% de adultos mayores, de los cuales sobresale San Baltazar Yatzachi el Bajo con 37.1%, mientras que en otros las cifras son inferiores al 6%, como en Santa María Huatulco con 5.1%.

Vivir solo representa importantes retos en la calidad de vida y el estado anímico de los adultos mayores, ya que vinculado a la edad es frecuente que se presenten enfermedades degenerativas o limitaciones físicas, que requieren del apoyo de familiares o amigos.

A decir del INEGI, la residencia unipersonal puede ser originada por varias razones, como por preferencia personal, porque no contrajeron matrimonio o no tuvieron hijos, o porque enviudaron y cuya descendencia está en proceso de formación de su propia familia.

En el campo laboral, para una minoría de los adultos mayores, el retiro del trabajo con la protección de una pensión es un evento posible, en tanto que la gran mayoría, ante la necesidad de obtener ingresos para costear su subsistencia, se ve obligada a seguir en la actividad económica hasta que sus fuerzas y capacidades se lo permiten.

Los datos del censo de población indican que en junio de 2010, 36.6% de los adultos mayores realizaron una actividad económica o buscaron trabajo, es decir son económicamente activos.

De éstos, 97.1% están ocupados y 2.9% buscan empleo. Por sexo se observa que existe una gran diferencia, ya que para los hombres el 61.8% realizaron una actividad económica o buscaron trabajo y en las mujeres, este porcentaje se reduce a 14.9%.

Así también, el Censo de Población y Vivienda 2010 refleja que en Oaxaca, sólo seis de cada 10 adultos mayores son derechohabientes a alguna institución de seguridad social.

La principal institución que brinda atención médica a los adultos mayores es la Secretaría de Salud (SSA), con 45.6% de la población de 60 a 84 años y 43.7% de quienes tienen 85 años y más.

Le siguen los servicios privados con 19% de la población de 60 a 84 años; y 24.1% de quienes tienen 85 años y más, este servicio implica un gasto mayor a su familia.

Asimismo, los adultos mayores se enfrentan a la violencia intrafamiliar, ya que de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2006, 16.2% de las mujeres de 60 años y más sufrió algún evento de esta naturaleza.

De ellas, casi la totalidad (93.8%) reportó haber sido víctima de violencia emocional (la cual incluye discriminación, insulto y el uso de palabras hirientes, denigrarlos, intimidarlos, formular acusaciones falsas, causarles dolor psíquico y sufrimiento).

Mientras, 14.6% experimentó un incidente de violencia física (acto de agresión que causa daño físico) y 8% fue víctima de violencia económica (acto de control o negación de injerencia al ingreso o patrimonio familiar, mediante el cual se induce, impone y somete a una persona de cualquier edad y sexo, a prácticas que vulneran su libertad e integridad física, emocional o social). (Yadira Sosa/El Imparcial)

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