Este 10 de junio se presentará una investigación denominada, Género, soberanía alimentaria y agrobiodiversidad, por el colegio de posgraduados, que da a conocer el oficio de las mujeres que hacen tortillas, sus situaciones, enfermedades e historias.
Es una investigación que hizo el maestro, Tomás Ortega Ortega, del colegio de posgraduados y después de tres años, él mostrará cómo este oficio se va perdiendo hasta en las poblaciones nativas, los maíces criollos y las enfermedades que atacan a las mujeres palmeadoras.
Petra Cruz González, presidenta de mujeres palmeadoras, dio a conocer, que hace 25 años, doña Virginia López Hernández empezó a formar el grupo de mujeres tortilleras, llamadas así en aquel entonces; hoy mujeres palmeadoras y el único hombre que es don Miguel Valle, desde siempre ha estado luchando por lugares dignos para la venta. Sin embargo, los oídos sordos siguen siendo de quienes asumen los cargos políticos y públicos que no tienen la sensibilidad sobre este tema.
Esta es una investigación que aporta una parte de las múltiples situaciones de pobreza y enfermedades que sufren las mujeres que hacen este oficio, labor que da identidad a la gastronomía mexicana, no hay conciencia sobre ello, porque aún no existe política pública que las involucre a tener un mercado limpio y amplio, esta carencia se da en Tlaxiaco y en las grandes ciudades como la capital oaxaqueña.
Esta investigación que deriva en un libro inició desde hace 10 años en que las mujeres palmeadoras iniciaron a difundir este oficio en la radio, Xetla, la voz de la Mixteca, “la primera feria de la tortilla” los encuentros gastronómicos con la cantante México estadounidense Lilia Downs, nacida en la ciudad de Tlaxiaco, esta difusión ha hecho que los investigadores se interesen y sigan hablando de la actividad.
Mediante los programas de radio se ha dado a conocer las diferencias que hay entre consumir tortillas hechas en casa frente a las que provienen de las grandes tortillerías, que hoy en día ha abarcado todo el mercado.
Las tortillas que hacen las palmeadoras, el maíz se cuece en cal de horno, lo que genera calcio a los huesos, el uso de leña y no químicos para el cocimiento de las tortillas, se usa comal de barro y el nixtamal se lava bien y no lleva nada de basura u olotes.
Desde hace 25 años la labor ha permanecido ante los embates, don Miguel Valle, palmeador hombre es la muestra de resistencia, se cuenta que antes eran más de 600 mujeres que se dedicaban al oficio de hacer tortillas y hoy en día sólo son de 80 a 90 las que se dedican a moler.
Hoy en día, la sociedad ha preferido las tortillas de tortillería, ya que estas han aumentado en los últimos 5 años, son tantas, que las nuevas generaciones ya no saben cómo se hacen desde casa, menos conocen cuáles son fortalezas.
En este trabajo se exponen las mujeres a muchos factores, como al humo, calor, frío, lluvias, ya que ellas tienen que vender sus tortillas en lugares no adecuados, por eso es que también sus principales enfermedades son, reumas, dolor de espalda, pulmonía, enfermedades de los ojos o de plano pierden la vista.
En las fiestas u otros cargos se ha ido perdiendo la identidad, por ejemplo sirven en las mesas, el mole negro, picadillo y arroz, pero luego dan tortillas de la tortillera, lo que saca de contexto a esta identidad, pero para ellos es algo más cómodo y no así hacer un esfuerzo, es decir se ha perdido la conciencia, hoy se necesita valorar este tesoro, haciendo todo lo que va al tema, desde sembrar los maíces criollos hasta lograr una tortilla calientita.
Por ello, esta presentación de la investigación es una parte del reconocimiento que realizan los investigadores con el fin de aportar a esta noble labor, será este 10 de junio a las 12 del día en la plaza cívica en la Escuela Secundaria Leyes de Reforma con la presencia del autor del libro, Género, soberanía alimentaria y agrobiodiversidad, de Tomás Ortega, estudiante de doctorado y la doctora Verónica Vásquez, de la academia del colegio de posgraduados.
