Oaxaca no está blindada contra la desaceleración económica mundial y de Estados Unidos, por lo que se prevé que en los meses siguientes se tenga un escenario económico difícil, con la caída en las remesas, la disminución de la migración y también de las participaciones federales, así como el aumento del desempleo y la inflación, dijo ayer el economista, Germán Toledo.
“La crisis económica mundial nos va a pegar muy fuerte, sobre todo por el intercambio comercial que existe con Estados Unidos”, declaró.
Añadió que como ocurrió hace tres años, de nueva cuenta se podría tener en el 2011 un recorte del presupuesto federal y de paso una reducción de las participaciones federales para el próximo año, tanto del Estado como de los municipios.
Añadió que a pesar de los riesgos, el gobierno estatal todavía no ha tomado previsiones e incluso ni siquiera ha definido al 100 por ciento el Plan Estatal de Desarrollo, ya que hasta ahora es un documento con buenas intenciones, sin definir los proyectos regionales que deben detonar el desarrollo y el crecimiento económico.
“Si se agudiza la desaceleración económica de Estados Unidos y el resto del mundo de nueva cuenta los más afectados serán los que menos tienen, ya que aumentará la crisis de liquidez, así como la inflación y lo más delicado, las tasas de interés pueden causarle problemas serios a miles de oaxaqueños que han abusado de lo sistemas crediticios, desde los préstamos hasta el uso de las tarjetas de crédito bancarias”, indicó.
Sin descartar que la crisis económica también provoque una reducción en la afluencia de turistas, dijo que a pesar de que el Banco de México ha insistido en que nuestro país está preparado para enfrentar la desaceleración económica de otros países, es indiscutible que se tendrán repercusiones negativas.
“Lo más grave es que aquí, en Oaxaca, además de la falta de empleos, se corre el riesgo de que aumenten los despidos de trabajadores por la crisis que afecta a las empresas”, manifestó.
Añadió que el desempleo en la entidad es muy significativo y que las tasas cada vez son más altas, por lo que de alguna manera las autoridades locales deberían buscar esquemas de protección para la economía local.
“Sin embargo para las autoridades no hay alternativas porque estamos sujetos a los vaivenes de la globalización y ni siquiera han diseñado un programa emergente que pudiera no sólo atender las demandas de los sectores productivos, sino también prevenir cualquier golpe a la economía”, señaló.
Puntualizó que ahora lo que importa es que se generen más empleos y que se atiendan las demandas de bienestar social de los oaxaqueños y que se concluyan los programas regionales del plan estatal de desarrollo para detonar el crecimiento económico. (Misael Sánchez/TIEMPO)
