La Feria Internacional del Libro de Oaxaca rindió el sábado un homenaje al cronista y escritor Carlos Monsiváis, fallecido este año, con el baile de un danzón en el primer día de sus actividades.
"Soy un gato sin gracia y sin siete vidas", solía decir el autor de "Aires de familia" y con esa frase fue evocado por una joven pareja que se vistió para la ocasión y en el escenario central de la feria bailó como si estuviera en un "antro", "esa especie de santuario de la sensualidad de la población", según la definición de Monsiváis.
Al fin y al cabo, decía el que es considerado un relevante cronista de la cultura popular de México, "si uno baila como artista, da igual que haga el amor como principiante".
Los compases del danzón, un baile sensual y cadencioso, sirvieron de preámbulo para que el mejor amigo de Monsiváis, el escritor y premio Cervantes de Literatura Sergio Pitol, leyera un texto en el que destacó "el interés que Carlos tenía por la cultura popular, reflejada sobre todo en el lenguaje de los barrios bravos", infórmó DPA.
"En nuestros primeros años de amistad -recordó Pitol- leíamos en abundancia a los escritores anglosajones, yo sobre todo a los ingleses y él a los norteamericanos, lo que provocó una benéfica 'contaminación'".
"Declaramos juntos que el lenguaje del argentino Jorge Luis Borges es el mayor milagro que le ocurrió a la literatura hispanoamericana y, como hablábamos siempre de libros, compartíamos opiniones sobre Alejo Carpentier, Machado de Asís, Juan Carlos Onetti o Francisco de Quevedo", agregó.
Pitol recordó su experiencia del exilio. Cuando fue asesinado en 1976 el dirigente sindical Rubén Jaramillo junto a toda su familia, recordó, él optó por salir del país: "Yo elegí irme y él (Monsiváis) eligió quedarse y gracias a ello escribió libros iluminados, crónicas de un mundo rocambolesco que son nuestro esperpento".
"Cultura y sociedad fueron sus dominios, la inteligencia, el humor y la cólera sus herramientas privilegiadas. Carlos fue muchas cosas, pero esencialmente fue nuestra conciencia común más lúcida y penetrante. Al morirse, dejó una terrible sensación de desamparo, nadie podrá colmar su lugar", aseveró Pitol.
Por su parte, el caricaturista Rafael Barajas, "El Fisgón", leyó un texto titulado "Carlos Monsiváis, defensor de causas perdidas", mediante el cual evocó las excentricidades del cronista hasta para ponerle nombre a sus gatos.
"Podía recitar poemas de Neruda más que Neruda y era feroz al poner apodos", evocó.
La sala colmada de la Feria del Libro, que se extiende hasta el próximo 21 de noviembre, fue testigo del cariño que el pueblo mexicano le guarda al escritor que falleció el 10 de junio pasado a la edad de 72, a causa de una insuficiencia respiratoria.
Fuente: El Universal
