viernes, marzo 1

La explotación infantil en la Mixteca

Cuando pensamos en la infancia, rápidamente la asociamos con ideas como la inocencia, el juego, el estudio y la despreocupación, sin embargo millones de niñas y niños de muchos países apenas conocen el significado de estas palabras, pues son explotados de una forma metódica.

Enfrentados desde sus primeros pasos a una dura realidad de supervivencia, la explotación infantil es una manifestación más de un sistema laboral y comercial injusto, es la explotación de la pobreza.

Según la UNICEF, en la región Mixteca se concentran altos índices de marginación donde la pobreza, hace marco al crecimiento y desarrollo de la mayoría de los niños que nacen aquí, sobre todo en las comunidades, considerando que sumado a la situación de pobreza, también existen otros factores como alto índice de migración al país vecino, a Canadá, y algunos estados de la República como Veracruz, Sinaloa, y otros, en donde ofrecen sus servicios como jornaleros en la siembra y recolección de frutas, caña, etc.

Para tal efecto existen en toda la Región personas que contratan desde aquí, y los llevan (acarrean, dicen ellos) en camiones, o tramitan su viaje cuando es a otro país así los niños emigrantes realizan su trabajo durante la temporada prevista y son traídos de regreso a sus comunidades.

Es evidente que por las características de su aspecto y nivel de vida, no es un trabajo bien remunerado, ni cuentan con garantías, prestaciones o servicios… Son considerados como empleados de segunda, sin embargo es un modo de ganar “algo”, que en su pueblo no podrán ganar, a decir de ellos mismos: “pagan poco, pero es seguro”, “es muy duro el trabajo, pero si aguanto la temporada, traeré algo de regreso que aquí no ganare”.

Detectan en 3 municipios mixtecos explotación de menores La Procuraduría de la Defensa del Menor la Mujer y la Familia en Huajuapan, informó que en tres municipios de la Mixteca se presenta la venta, intercambio o explotación en menores de edad.

Los municipios son: San Simón Zahuatlán, Santo Domingo Yolotepec, y Juxtlahuaca. El Procurador, Santiago Morales comentó que este tipo de prácticas se da principalmente para que someter a los niños a trabajos forzados.

Además, agregó que los niños empiezan a laborar desde muy pequeños, durante largas jornadas laborales, sin protección, vestimenta y comida, lo cual los afecta física y psicológicamente.

“Fuera de su núcleo familiar se enfrentan principalmente al abandono, que trae como consecuencia que se junten con personas no aptas, personas que les puedan inculcar un vicio o algún tipo de vandalismo o maltrato, explotación laboral”, dijo.

Explicó que en la región Mixteca es frecuente que los padres de familia vendan o presten a sus hijos para que los apoyen en la economía del hogar, lo que da como consecuencia la explotación laboral infantil.

“Este tipo de abusos hacia los niños les ocasionan daños irreversibles como es el maltrato físico, psicológico y la inducción al consumo de alcohol o drogas”, finalizó.

La realidad de los niños mixtecos

“Cada nivel de necesidad básica se apoya en el siguiente, como los escalones de una pirámide, si no se satisfacen las necesidades de un nivel, puede llegar a ser muy difícil que se satisfagan las necesidades del nivel siguiente, se requiere mucha paciencia, buena comunicación y mucho amor para lograr que tengan objetivos y los logren”, así se expresa Martha Patricia González Ortiz, de la Sociedad de Médicos de Huajuapan.

A su decir, para un gran número de niños, nacer en la Mixteca oaxaqueña significa vivir su infancia en un ambiente de inequidad, desnutrición, ignorancia, abusos y soledad, por lo que la pobreza es la causa de que decenas de millones de niños padezcan hambre, no reciban educación o se vean sometidos al trabajo infantil, quienes de adultos perpetuaran en ese ciclo y lo transmitirán a sus hijos.

Ante lo anterior reflexiona sobre el poco valor humano que un niño tiene en la Mixteca, en la lucha por la supervivencia, pero con carencias en salud, por lo que, cuando hay enfermedad son atendidos por los servicios asistenciales de la comunidad que por la ubicación geográfica y la demanda de atención, demerita mucho en la calidad del servicio, como consecuencia, un padecimiento leve, a veces se convierte en grave.

Ante ello solo tienen dos caminos, sanar de manera espontánea, dejando problemas crónicos como mayor desnutrición y secuelas o bien la muerte por alguna complicación de una enfermedad que no fue atendida en tiempo y forma.

González Ortiz indica que la economía es determinante en la educación, ya que muchos niños desertan por trabajar ante la necesidad de dinero en su s hogares, por lo que se encuentran en el campo, negocios, casas, comercio ambulante, o pidiendo limosnas y vendiendo chicles en parques y cruceros, “sí, los niños de la Mixteca son utilizados por sus tutores o padres para dicho fin; podemos verles en semáforos, en el atrio de la Catedral, el parque y afuera de las escuelas”, detalla.

Las niñas por su condición femenina, son consideradas sin valor, por lo que según cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en la mayoría de los distritos de la Mixteca, incluido Huajuapan, Jamiltepec, Juxtlahuaca, Putla, Teposcolula, Tlaxiaco, Nochixtlán y Coixtlahuaca, la cifra de niñas en edad preescolar y escolar es menor porque la preferencia la tienen los varones.

Ante esta situación reitera que los niños son y han sido los seres más desprotegidos del planeta, “es común ver en las calles niños y bebés incluso maltratados por sus padres, con gritos, golpes, jalones o simplemente ignorando su sufrimiento, manifestado por llanto o dolor, cuando aún no saben hablar; y cuando alguien hace un llamado de atención, responden no te metas, es mi hijo y yo sé lo que hago con él”.

Es así que en cada hogar, solo los niños saben cómo viven realmente, lamentablemente algunos se encuentran en manos de personas que solo tienen cólera o frustración descargando su ira en contra de aquel cuerpecito indefenso y que reclama protección, a quien procrearon como hijo.

Concluye diciendo que la Mixteca es una región con alto índice de maltrato infantil, en una encuesta en la colonia San Diego de Huajuapan, más del 50% de los niños refieren que han sido golpeados “sólo cuando se portan mal”, y los padres aceptan ser golpeadores, pero “sólo cuando es necesario”, en tanto que abandono, soledad, humillaciones, tocamientos, burlas, gritos, pellizcos, ofensas, desprecio, golpes, inequidad, descuido a su salud, entre otros, es lo que viven a diario.

Niños y jóvenes que trabajan para vivir La calle, el incesante ir y venir de los carros, la maleza en el monte y los días calurosos, se han convertido en los fieles compañeros de aquellos niños y adolescentes que por voluntad propia o por la pobreza y marginación en que viven sus familias, han tenido que salir al igual que sus padres a buscar el pan de cada día, simplemente porque el salario de los mayores es insuficiente y no alcanza para comer.

Es por ello que niños y adolescentes mixtecos, principalmente los que viven en los municipios con muy alta marginalidad, sustituyeron sus carritos y muñecas por semillas que plantar o hatos de ganado que cuidar, algunos incluso truncaron sus estudios para partir a los estados fronterizos de México con Estados Unidos para convertirse en niños jornaleros, pues sus necesidades son apremiantes y el dinero insuficiente.

En los distritos de Silacayoapan, Juxtlahuaca, Coixtlahuaca, Teposcolula, Nochixtlán y Huajuapan, las telesecundarias reportan anualmente solicitudes de padres de familia que piden permiso para que sus hijos se ausenten, algunos hasta por dos meses, muchos se van y ya no concluyen sus estudios básicos, otros más regresan pero con la encomienda de que al año siguiente partirán de nuevo.

Esto se debe a que la familia completa parte principalmente a los estados Sonora, Chihuahua, Baja California y Sinaloa a emplearse como jornaleros, igual que sus padres, los más recientes partieron de San Juan Tamazola en Nochixtlán a Caborca en Sonora, “se van para continuar con las actividades económicas pero el alumno no solo se ausenta de la escuela sino de sus asignaturas y corre el riesgo de desertar”.

El Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB) a través de Bernardo Ramírez Bautista, informó que los niños jornaleros se concentran principalmente en los municipios de Coicoyán de las Flores, San Martín Peras, Santiago Juxtlahuaca y San Sebastián Tecomaxtlahuaca, quienes parten a los campos de Sinaloa con sus padres al corte de jitomate y lechuga por seis meses.

Según las últimas investigaciones que realizó la organización, un estimado de tres mil infantes de 12 a 14 años de edad trabajan en Sinaloa, recibiendo un sueldo diario de 60 a 80 pesos, que representa solo el 80 % de lo que recibe un adulto; mil niños más son menores de 12 años y aunque acompañan a sus padres y realizan las mismas actividades agrícolas, no reciben un sueldo.

En Sinaloa comienza el apoyo del gobierno para que los niños jornaleros y migrantes de otras entidades del país, continúen sus estudios, “como se van seis meses sabemos que les permiten ingresar a las escuelas para que sigan estudiando, pero no es lo apropiado, es decir los niños no tienen que trabajar, pero la necesidad los obliga”, enfatizó.

Empleos en la ciudad

En tanto en Huajuapan de León no es del todo favorable para la niñez, ya que en las calles observan infantes con bolsas de verduras ofreciéndolas en el centro de la ciudad, otros más en carretillas vendiendo fruta de temporada, asimismo en las tiendas de autoservicio como empacadores o como cargadores en el mercado, además de los pocos que venden chicles o realizan malabares en los cruceros.

Víctor Herrera Lima es secretario general de los mayoristas en el mercado Zaragoza, desde siempre han sido testigos de cómo menores de edad entre 12 y 17 años acuden para solicitar trabajo, sin embargo solo el 50 % lo consigue, ya que por su edad corren mayores riesgos porque el trabajo es pasado, pues consiste en cargar desde cajas de diversas frutas y verduras hasta costales de poco más de 50 kilogramos.

En el área de mayoristas existen 35 puestos, en donde cada sábado arriban de 15 a 20 adolescentes, en su totalidad varones, de los cuales solo la mitad consigue en empleo por una paga que va desde los 60 hasta los 100 pesos diarios y aunque no han tenido accidentes y realizan bien su trabajo, la mayoría prefiere no contratarlos para evitar los riesgos.

De la misma manera se observan a menores de edad que acompañan a sus padres de familia en la actividad del ambulantaje, pero que también se hacen cargo de una carreterilla con frutas de temporada, otros más que en las inmediaciones del mercado ofrecen verduras como nopales y calabazas en bolsas que venden en 10 pesos.

Asimismo en el basurero municipal existen familias que se dedican a pepenar lo que desechan otras personas, en donde madres acompañadas de sus hijos recogen lo que puedan utilizar o vender, contrario a esto hay otros que se emplean como empacadores en las tiendas de autoservicio.

Agripina Fuentes Ortiz, representante de la Unión de Aseadores de Calzado en Huajuapan, abundó que en el centro de la ciudad durante 2010 disminuyeron los niños boleros y los que venden chicles, estos últimos que andaban en grupos pero que se exponían a constantes riesgos.

“Como estamos en el parque vemos como los insultan, les hacían bromas o les arrebataban sus chicles, pero desgraciadamente son niños de padres alcohólicos que los mandaban a trabajar y luego les quitaban el dinero, pero nadie se interesa por ellos, si les pegan o qué tipo de vida llevan, pero toda vía se dejan ver uno que otro”, señaló.

En su caso como madre de familia y esposa de un alcohólico, tuvo pocas oportunidades para sacar adelante sus hijos, quienes desde pequeños se fijaron metas que aun con la carencia de recursos cumplieron, ya que desde pequeños comenzaron a trabajar haciendo mandados en algunos comercios y ahorrando, ahora son profesionistas, uno es maestro de educación indígena.

¿Y el gobierno qué hace? Ante esta situación Heliodoro Díaz Escárraga, diputado federal, dijo que ante el crecimiento que ha tenido Oaxaca durante los últimos años, es lamentable que los niños continúen trabajando, ya sea en la calle o en el campo e incluso emigrando, por lo que de los 250 millones de pesos que se gestionaron para la Mixteca en este año, parte de los recursos tienen que ser destinados a programas de alimentación, educación y vivienda.

Aseveró que no debe de haber pretexto para que la CDI no destine dinero a la niñez, así como otras instancias, pero las autoridades municipales también tienen que solicitar ese tipo de programas, de esta manera se coadyuvara para que los menores tengan una mejor calidad de vida y no tengan que trabajar.

Díaz Escárraga comentó que está claro que el trabajo infantil es perjudicial para los chicos porque impide que puedan disfrutar de su infancia, obstaculiza su desarrollo causando daños físicos y psicológicos que persisten durante toda su vida e impide el disfrute pleno del derecho a la educación y, por lo tanto, a un futuro mejor como ciudadano.

Por tal motivo, la cuestión del trabajo infantil y las posibles soluciones a su problemática representan un enorme desafío a las autoridades y a la sociedad en su conjunto.

“Si bien proteger a los niños de las peores formas del trabajo infantil es un objetivo inmediato, se necesitan otras formas de intervención para asegurar que las familias tengan alternativas de manutención positivas y sostenibles que eviten que los chicos retornen a situaciones de trabajo peligrosas y explotadoras”, finalizó. (Andrés Hernández/IGABE)

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