sábado, marzo 16

Persiste machismo en comunidades mixtecas

El machismo ha persistido a lo largo de los años formando parte de nuestra cultura e identidad de esta sociedad mexicana. No estar acostumbra a poder tomar asiento en la mesa donde comen los varones, esperar turno para poder sentarte a disfrutar los alimentos, caminar detrás por las calles son cosas cotidianas para la mujer de la Mixteca.

Al respecto, Herminio Cándido Martínez Benavides, agente municipal de San Andrés Yutatío comunidad perteneciente a Tezoatlán de Segura y Luna dijo que “es una población de usos y costumbres, ellas son las que así lo siguen haciendo, ellas están así acostumbradas, nosotros no las obligamos”, indicó. Asimismo, aseguró que puede verse como una situación machista, pero ante él como autoridad siempre ha mantenido una impartición de justicia justa.

Señaló que como autoridad municipal últimamente no ha tenido muchos casos de denuncia, que los problemas de maltrato han estado presentes continuamente aunque realmente son muy pocas las mujeres que llegan a denunciarlo. Además, mencionó que todos esos problemas podían resolverse con dinero cuando llegaban a las autoridades mayores

“Si se tiene acceso a las brigadas de salud que imparte el gobierno federal, esto para concientizar de su gran labor como amas de hogar y proveedoras, y aunque en muchas ocasiones no tienen mucha concurrencia por las mujeres, pues no les pareceré que pueda beneficiarles en mucho ellos no les prohíben ni les dicen lo que pueden hacer”, confirmó

Martínez Benavides concluyó diciendo que “Son medidas que poco a poco van a ir cambiando también la forma de pensar, de que no hay mucha diferencia entre mujer y hombre, ya hay un poco mas de comunicación, antes no sabíamos”.

Cabe destacar, que San Andrés Yutatío una pequeña región de la Mixteca con una población no mayor de 700 habitantes en su mayoría mujeres, es una de las localidades con mayor marginación de la mixteca, un lugar donde orgullosamente se mantiene sobreviviente su lengua madre el mixteco, aun gusta de formas muy peculiares para el trato de la mujer. (Andrea Ambrosio/IGAVEC)

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1 comentario

  1. Pues es su cultura, adapatada a su estilo de vida. Es un error tratar de cambiarla, sólo traerá desequilibrio, porque no sería acorde con el medio; si esa población adquiere nuevas formas de producir riqueza, puede que sean esas circunstancias las que vayan modificando poco a poco su cultura. Mientras sea una respuesta natural al medio los cambios son legitimos, no así cuando se trata de imponer una cultura distinta desde fuera.