Un aproximado de 20 comunidades de la región mixteca sobreviven con diez pesos diarios que son los que les pagan las empresas que les dan a coser balones de piel y al ser un trabajo cuidadoso únicamente logran coser un balón al día informó Elvia Contreras Espinoza, integrante del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos (CACTUS).
Señaló que por la pobreza que existe en comunidades como Amatitlán, Ayuquililla, la Huertilla, Plan del vergel, San Martín Zacatepec y Monte Verde entre otras, los empresarios se aprovechan para explotarlos laboralmente ya que les pagan únicamente 10 pesos por pieza de balón que cosen al día, sin embargo, esto es insuficiente para que sobreviva una familia de cinco miembros.
Dijo que ya llevan mucho tiempo siendo explotados de esta forma por empresas que se dedican a la venta de estos artículos deportivos pero no pueden hacer nada porque si esos diez pesos no llegan a sus bolsillos no tendrían ni para un garrafón de agua ya que en esas comunidades escasea el vital líquido.
Abundó que las mujeres y niños tienen que trabajar de noche para poder coser el producto ya que en el día trabajan en otras áreas que se les van presentando para que puedan salir adelante con sus gastos familiares. Indicó que los programas sociales del gobierno federal no llegan a esas comunidades por lo que muchos se ven obligados a emigrar a otros lugares del estado para poder vivir dignamente.
Agregó que pese a los esfuerzos que CACTUS ha realizado para abatir la pobreza todavía falta mucho por hacer, ya que lo principal sería que el gobierno implementara programas de capacitación y reeducación en los pueblos y estos empezarán a producir sus productos con los recursos que el campo les ofrece.
Apuntó que una granja de traspatio o un huerto familiar serían de gran ayuda para los pobladores de la zona además de enseñarles a elaborar ropa y calzado de las pieles de los animales que hay en la región ya que esto aminoraría sus gastos familiares e impulsaría la venta de los productos.
Finalmente dijo que si esto lo llevaran a cabo las comunidades dejarían de padecer hambre y desnutrición que traen como consecuencia enfermedades, migración, delincuencia e incluso la muerte. (Lizet Ramos/IGABE)
