sábado, marzo 16

Requiere Oaxaca plan sustentable

Por ser una entidad que cuenta con sólo 12 industrias, Oaxaca se ubica entre los últimos estados por contaminación, sin embargo, no se escapa de los gases producidos por los automóviles, la quema clandestina de basura, las ladrilleras irregulares, la mínima clasificación de deshechos y la generación constante de basura.

De acuerdo a datos de la Secretaría de Economía, en el Estado existen poco más de 390 mil automóviles, de éstos sólo dos de cada 10 realizan la verificación vehicular.

En el caso del transporte público la situación es mucho peor, pues existen unidades que con más de 12 años de servicio solamente una vez han sido verificadas.

La combustión de los motores de los vehículos produce dióxido de carbono (CO2), un agente tóxico que genera daños en la salud humana como la disminución del oxígeno en la sangre, así como enfermedades respiratorias desde agudas a graves.

Los gases que producen los automóviles, las actividades industriales, la quema de basura y otras actividades humanas, provocan que en México existan alrededor de 38 mil muertes por cáncer de pulmón, enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias, de las cuales 5 mil son niños, cifras que maneja la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

El árbol, agente sanador

De acuerdo con el ecologista y Premio Planeta Mundial, Francisco Verástegui, los árboles son el pulmón del mundo, ya que absorben el CO2, lo procesan y producen oxígeno, gas indispensable para la vida del ser humano, es por ello que deben ser cuidados, protegidos y salvados en dado caso de padecer infecciones.

“Un árbol produce de seis a 350 kilogramos de oxígeno anuales, esto depende de las condiciones climatológicas donde habita el árbol; la menor producción ocurre en las zonas desérticas y las más altas en lugares húmedos. De igual forma influyen la cantidad de agua a la que tenga acceso la especie y dimensiones”, asegura el también pintor.

“En la ciudad de Oaxaca un árbol llega a producir 125 kilogramos al año, captan alrededor de 200 kilos de dióxido de carbono, por lo que es necesario la producción de 200 árboles para contrarrestar la contaminación que produce un automóvil en una hora”, explicó Jorge Luis Cruz Alvarado, ambientalista y parasitólogo de árboles.

Asimismo, dijo que para abastecer de oxígeno a un habitante se requieren 10 árboles, cifra distinta a la zona de Los Chimalapas, donde con la producción de oxígeno al día de un árbol pueden respirar dos personas.

Los ríos, caso urgente

De acuerdo con Esteban Ortiz Rodea, delegado de la Semarnat, el estado cuenta con ríos contaminados desde un 30% hasta un 70%, como en el caso de los ríos Atoyac y Salado, los cuales se encuentran en un estado grave por falta de atención de las autoridades y los desechos que ahí se han depositado durante décadas.

En la generación de deshechos la ciudad y municipios conurbanos no se quedan atrás, de acuerdo con cifras de la asociación Zicanda, el basurero municipal recibe alrededor de mil toneladas diarias de basura, además los deshechos se encuentran a cielo abierto, situación que representa una fuente de contaminación del aire.

De acuerdo con Alberto Toriz Roldán, director del Medio Ambiente Sustentable del municipio capitalino, los ciudadanos conocen cómo se debe separar la basura, sin embargo, no cuentan con un lugar donde la puedan colocar, por lo que en breve se planea colocar contenedores en las agencias municipales.

Entre las zonas más afectadas por la contaminación es la parte alta de la Cuenca por la deforestación. En Juchitán por el Río de los Perros, Valles Centrales y la Costa por el Río Verde, y la Mixteca, que es la región más afectada, presenta desertificación, la consecuencia más grave de la deforestación.

Para los ambientalistas Verástegui y Cruz Alvarado, en el caso de Río Atoyac es necesario realizar un rescate urgente, el cual implica un desazolve desde donde parte, no arrojarle más deshechos y dejar que la lluvia lo limpie.

Economía verde

Oaxaca ocupa a nivel nacional el primer lugar en biodiversidad y el cuarto por las 6.2 millones de hectáreas que posee de superficie forestal, lo cual lo hace un estado privilegiado del país.

Ligado a este tema se encuentra la economía verde, un sistema que se gestó alrededor del mundo hace aproximadamente 12 años, en últimas fechas ha ganado terreno e interés entre las organizaciones ambientalistas y los gobiernos.

La economía verde se define “como un sistema de producción organizado para el uso eficiente de los recursos naturales, el cual tiene como premisa básica que no son sólo insumos o materias primas, sino elementos del ecosistema que deben ser aprovechados de manera racional y respetuosa”, expresó Esteban Ortiz.

De acuerdo con el funcionario, la entidad es un ejemplo de la aplicación de la economía verde, ya que en gran parte de las poblaciones se toman las decisiones mediante asambleas comunitarias, las cuales permiten que los habitantes decidan en conjunto el manejo y aprovechamiento ordenado de los recursos naturales que poseen.

A 40 años de celebrarse el Día Mundial del Medio Ambiente, Brasil es sede para realizar acciones que permitan la conservación del medio ambiente, actividad que tiene como lema “Economía verde ¿te incluye a tí?”. (El Imparcial)

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