viernes, marzo 15

Encuesta UNAM: Josefina 27%; AMLO 27%; Peña 26%

Los porcentajes indicados en el titular de la presente columna, fueron resultado de la siguiente pregunta: ¿Si hoy fueran las votaciones, por cuál de los siguientes candidatos votaría? Se trata de la encuesta levantada del 12 al 15 de mayo pasado, por el Grupo de Especialistas Egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y gramaticalmente, el (SIC) significa –en este caso- que son datos extraídos del texto original.

Ahora bien, a la par hay otro dato: la máxima casa de estudios del país, negó permiso para que Andrés Manuel López Obrador, hiciera al interior de la institución un mitin con jóvenes universitarios.

En función de los números de la encuesta, la negativa de la UNAM parece lógica, si se tiene en cuenta que la recientemente publicada por Reforma –que colocó a López Obrador a 4 puntos de Peña-, literalmente “espantó” a los mercados financieros norteamericanos.

¿Qué pasó con el Reforma? ¿Se “resbaló” con su encuesta? Críticas no le han faltado al rotativo, pero bueno, son cuestionamientos que se agregan a la casi totalidad de las casas encuestadoras, a quienes se ha acusado de manipuleo a cambio de jugosos contratos.

Pero no sobra remarcar, que el empate técnico de la encuesta levantada por la UNAM, coincide porcentualmente con la filtrada a las redes sociales -también la semana pasada-, la cual según se dijo, salió directo de la espantada confidencialidad del PRI. ¿Son mera coincidencia los números de la encuesta “filtrada” y la de la UNAM?

Encuestadoras; el problema de la corrupción

Debe agregarse que desde el punto de vista técnico científico, el analista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, John Ackerman, ha también puesto en duda la validez de las encuestas que en conjunto colocan Enrique Peña Nieto, en calidad de “indestructible” y ya casi lo declaran presidente electo.

Sus cuestionamientos técnicos consisten en que las encuestadoras, sólo alcanzan a captar la intención de voto de 3 de cada 10 viviendas visitadas.

Y en coincidencia con este columnista, agrega que la imposibilidad de que los recientes “incidentes” contra de Peña no hayan afectado su ventaja, y escribe: “…estos analistas parecen ignorar una de las fallas metodológicas más importantes con todas las encuestas electorales que se levantan en el país: la tasa de ‘rechazo’”.

Y dice más: “Para la mayor parte de las encuestas, esta cifra –la taza de rechazo- es sumamente elevada. Los ocupantes de 6 de cada 10 viviendas visitadas por los encuestadores no son localizables o se niegan a responder al cuestionario. Asimismo, aproximadamente 25% de los que sí contestan, se niegan a expresar una preferencia por algún candidato”.

O sea, que el académico de la UNAM coincide también con lo que aquí hemos señalado, acerca de las fundadas objeciones de los politólogos Giovanni Sartori, y del Dr. Dieter Nohlen, contra las encuestas.

El prestigiado Sartori subraya por una parte el doloso interés de quienes por razones puramente políticas y económicas se dedican a este “negocio”, y que en el mayor de los casos recogen respuestas inventadas, que luego ellos manejan en sus despachos, para acuñar “sondeos dirigidos” -(sic) “Homo Videns, la sociedad teledirigida”.

Casos concretos de corrupción

En el pasado reciente –en Puebla y Panamá- hemos asistido al fraude que significa la corrupción y el manipuleo de las encuestas.

Lo más cercano ha sido el de Javier López Zavala, el llamado “delfín” de Mario Marín Torres, en cuyo caso no hubo encuesta que no lo adelantara ganador.

El resultado ya lo conocemos: fue arrollado por Rafael Moreno Valle Rosas, y la derrota de López Zavala estuvo no sólo ligada a la negativa carga del “gober precioso”, sino a otro factor que sí juega:

Es este: actualmente, en la medida que aumenta la participación, el tercio del voto duro que le queda al PRI, entra en crisis proporcional, y entonces, en esa línea va camino a la derrota. Esto se cumplió en la elección de 2010.

Un caso más o menos similar ocurrió en la última elección presidencial en Colombia. Allá  las encuestas “truqueadas” indicaban un empate técnico de Juan Manuel de los Santos –hoy sucesor de Álvaro Uribe- con su contendiente Antanas Mockus.

El resultado fue muy diferente a un empate técnico: Juan Manuel de los Santos ganó con 9 millones de votos, contra 3,5 millones de sufragios de Anatas Mockus. Casi una proporción de tres a uno. ¿Pues no que había empate técnico?

De ahí pues que este pilar global de la Ciencia Política que es Giovanni Sartori, advierta lo siguiente:

“…De todo esto se deduce…que quien se deja influenciar o asustar por los sondeos, ‘el sondeo dirigido’, a menudo se deja engañar en la falsedad y por la falsedad…Porque la sondeo-dependencia…es la auscultación de una falsedad que nos hace caer en una trampa y nos engaña al mismo tiempo…

“…Los sondeos no son instrumentos de demo-poder (de la vox populi) sino de toda una expresión del poder de los medios de comunicación sobre el pueblo; y su influencia bloquea frecuentemente decisiones útiles y necesarias, o bien lleva a tomar decisiones equivocadas sostenidas por simples rumores, por opiniones débiles, deformadas, manipuladas, e incluso desinformadas. En definitiva, por opiniones ciegas” (SIC). Nuevamente tomado del “Homo Videns, la sociedad teledirigida”, de Giovanni Sartori. Editorial Punto de Lectura.

¿Quién es el guapo que se atreverá a objetar a Sartori, a la UNAM, al Dr. Dieter Nohlen, o al académico de la UNAM, John Ackerman?

¿Cómo llegará Peña a la elección del primero de julio?

Antes del recuento de las fortalezas y oportunidades; y de las debilidades y amenazas del candidato del PRI, recordemos que el encuestador Ulises Beltrán, apuntó recientemente que el movimiento juvenil anti-Peña, no le despeinó ni un pelo al candidato del copete, y casi casi ya lo dio como próximo Presidente de México.

Bien, pues de acuerdo a los hechos vistos y analizados a lo largo y ancho del país –e incluso fuera de sus fronteras- Peña Nieto llegará así a la elección del primero de julio:

1.- Con la negativa carga histórica de la corrupción de los gobiernos del PRI, incluido el suyo en el Estado de México.

2.- Emparentado biológica y políticamente con una de las más corruptas familias custodias del PRI: el grupo Atlacomulco, entre cuyas figuras destacan su tío Arturo Montiel, y el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, de infeliz memoria para millones y millones de mexicanos.

3.- Como encubridor del ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdez y su familia, cuyo saqueo a las arcas públicas, tiene a ese estado con una deuda promedio de 156 mil millones de pesos.

4.- Como aval político de la corrupta dupla Mario Marín y su prestanombres Ricardo Henaine Mezher, a quienes les convalidó las transas por las que hoy son perseguidos, entre otros: el compadre de Marín, Javier García Ramírez, José Alfredo Arango García, David Villa Issa, Gerardo Pérez Salazar y toda una lista de ex funcionarios que se despacharon con todo.

5.- De la propia y negativa carga del “gober precioso”, a quien Peña Nieto había “palomeado” para que en esta elección Marín tuviera el fuero de una senaduría plurinominal.

6.-  Con la otra negativa carga del ex Gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, cuyas actuaciones se identifican con la dupla Marín-Henaine Mezher, ya que ambos comparten “quehaceres” con el detenido Eduardo Rodríguez Berlanga, prestanombres de Yarrington.

7.- Con el compadrazgo político de Elba Esther Gordillo, que en el arranque de campaña ambos habían signado una alianza para ir juntos a la elección del próximo primero de julio, alianza que hoy, atropella los derechos de escolares, estudiantes y padres de familia, frenando la Reforma Educativa.

8.- Con el inédito e histórico movimiento juvenil anti-Peña, nunca antes registrado en México.

9.- Con que el sector juvenil de votantes, equivale al 30 por ciento del padrón que irá a las elecciones del primero de julio, y que junto con más del 30% de indecisos, decidirán la elección del próximo primero dejulio.

10.- Con la histórica descalificación de los más reconocidos intelectuales de México, como Carlos Fuentes y Enrique Krause, cuyas advertencias en caso de que Peña ganara, serían de verdadera catástrofe para el país, debido a su evidente ignorancia que trata de compensar con un comportamiento autoritario, similar al de los “niños bonitos” que con berrinches controlan a sus padres.

La lista de cargas negativas es enorme; kilométrica. ¿Usted cree que Peña llegará a la elección sin un pelo despeinado, como esgrime el encuestador Ulises Beltrán? ¿En qué bola de cristal avistan el futuro estos encuestadores?

Las fortalezas de Peña Nieto

Son pocas y en paulatino, franco desgaste y rechazo:

1.- El tercio de voto duro que le queda; su probabilidad de ganar es viable pero de gran riesgo, si la participación es en promedio de 40 a 50%. Algunos afirman que del lado del PRI y del PRD, está previsto pagar hasta 3 mil pesos por voto.

2.- El limitado margen de operatividad al que sin duda recurrirá, y que está operando desde los sectores obrero, campesino y popular.

3.- Lo que le queda de la imagen de estudio que las televisoras le fabricaron, para captarle el voto de las mujeres mexicanas.

4.- La proporción de impulso que le queda de las casas encuestadoras, que lo han tratado de posicionar como “indestructible”.

5.- El voto de “acarreo” al que sin duda se está recurriendo, con los sectores más necesitados del país. Será de la vetusta práctica de la torta y el refresco.

6.- Y aunque no lo parezca, las omisiones estratégicas en que se incurra desde la oposición.

En conclusión:

Una de las mayores posibilidades de triunfo para Peña Nieto, derivarán –como advierte Giovanni Sartori- de quienes se dejen influenciar o asustar por los sondeos, por la falsedad y por la falsedad, y por quienes se dejen caer en la trampa que engaña al mismo tiempo.

¿Por qué esta conclusión? Porque solo quien carece de información y reflexión objetiva de lo que ha sido la histórica desgracia que para México han sido los gobiernos del PRI, puede quedar a merced del engaño, y así, beber voluntariamente un veneno mortal que afectaría a las actuales y futuras generaciones de niños y jóvenes.

Dejamos pendiente el análisis de Josefina Vázquez Mota y de Andrés Manuel López Obrador.

(Germán Benítez M. / e-consulta)

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