Es una de las celebraciones más importantes que se llevan a efecto en esta localidad; todo transcurre en torno a las celebraciones cívicas que erigen como Villa, Heroica y Ciudad a Tlaxiaco; un pueblo en su mayoría católico que como muestra de gratitud, comparte esperanzas, emociones y celebra a la Virgen de la Asunción.
Para los tlaxiaqueños las fiesta de octubre son ineludibles, pues lo marca su propia historia.
La imagen católica recorre cuatro ermitas que simbolizan los puntos cardinales. En cada ermita jóvenes de la catequesis, del grupo juvenil parroquial cantan y representan pasajes bíblicos, siempre con un mensaje que refleja la necesidad imperante de fortalecer los valores entre la población.
LUEGO DE LA PROCESIÓN
A medida que la Santísima imagen se va acercando al templo parroquial, el repique de campanas es mayor; a su llegada, el párroco Armando Fabián Vicente, quien acompaña el recorrido, le da la bienvenida a la imagen que entre vivas y aplausos da paso a la homilía dominical. El sacerdote llamó a la unidad y rechazo la violencia que impera en el país.
Esta fiesta mueve el corazón de los mixtecos, dijo Eduardo Cruz, mayordomo de las fiestas de octubre, refiriéndose a que se prepara durante un año y comprende desde actos religiosos, pasando por carros alegóricos para concluir con el paseíllo a la imagen y la homilía.
Los arreglos florales, la pirotecnia y la comida ofrecida en la mayordomía son sin lugar a dudas las muestras de gratitud a la Virgen de la Asunción; gran parte de estas celebraciones une a toda una población ávida de progresar en lo espiritual como en lo social.
TESTIMONIOS DE UNA HISTORIA
En el año de 1548 se planteó el cambio de asentamiento de Tlaxiaco a donde se encuentra la ciudad actual, definiéndose la construcción de un nuevo templo.
Soltaron tres palomas desde la primitiva ermita, en el actual panteón del Barrio de San Pedro, en la inteligencia de que en el lugar donde fueran a pararse se edificaría el nuevo templo, se posaron en un ahuehuete, donde a causa de un venero de agua, se había formado una pequeña ciénaga.
1794.- Las imágenes de San Pedro, patrón de Tlaxiaco, antes del nuevo asentamiento, había sido enviada de España junto con la imagen de la Asunción; el cajón que traía la imagen de San Pedro se quedó en Teposcolula y el de la Asunción llegó hasta Tlaxiaco.
(Simitrio Robles Ibáñez/Noticias Net)
