El coordinador Regional del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA), en la zona de Tlaxiaco y Teposcolula, Pedro Pérez Cortés dio a conocer que el 80 por ciento de la población que radica en el distrito de Tlaxiaco tiene acceso a una computadora, por lo que jóvenes y adolescentes crecen en desventaja ante un mundo donde impera la tecnología.
Indicó que esta situación es preocupante, ya que difícilmente un adulto que viva en las comunidades lejanas de Tlaxiaco sepa utilizar una computadora, en primer lugar porque por la economía difícilmente tendrán un equipo en su hogar y en segunda porque no hay quien les enseñe, lo que repercute en los hijos porque se encuentran en las mismas condiciones.
Comentó que solo los grandes municipios cuentan con al menos un cibercafé, en donde solo los estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato tienen acceso, “esto porque son obligados, pero debido a la falta de equipos en las mismas escuelas, no saben utilizar una computadora, eso es grave, porque en las grandes ciudades es una herramienta de trabajo y ellos están en desventaja”, señaló Pérez Cortés.
Dijo que comunidades como San Antonino Monteverde es una de las comunidades en donde el acceso a la tecnología se complica, debido a que son personas de hablantes de lengua materna que dífilamente tendrán interés en aprender a usar una computadora, aun cuando en los programas del IEEA hay módulos que requieren el uso de esta tecnología para continuar con su primaria o secundaria.
“En las plazas comunitarias aprenden a usar la computadora, pero es una población flotante que no tiene continuidad por la dificultad de dar seguimiento al aprendizaje en sus hogares; pero conforme pasa el tiempo la tecnología avanza y todo es a través de internet, correos y para todo se requiere una computadora, pero lamentablemente no tienen el acceso en sus pueblos marginados”, indicó.
Abundó que en todo el distrito de Tlaxiaco, independientemente de las comunidades que no atiende la coordinación en esa zona del IEEA, el 80 por ciento de la población no tiene acceso a la tecnología, sobre todo los que se encuentran retirados y metidos entre las montañas de esa demarcación. (Adriana Ramos/IGABE)
