La crianza de gusanos de seda que fue introducida desde la época de la colonia a esta región Mixteca, está siendo rescatada por el grupo denominado Nudos de seda.
Leticia Bautista Ortiz, originaria de la comunidad de San Mateo Peñazco, Tlaxiaco, dio a conocer que alrededor del siglo XVI, en la época de la colonia, la Mixteca era una gran productora de seda.
No sólo producía seda de buena calidad sino lo hacía en mucha cantidad en toda la región como es Santo Domingo Yanhuitlán, Tejúpam, Asunción Nochixtlán, Tamazulápam del Progreso, Tlaxiaco, entre otras comunidades.
«Desgraciadamente esta actividad se fue perdiendo poco a poco y actualmente somos el único pueblo que seguimos llevando a cabo esta actividad en la Mixteca; en el estado también se trabaja en la Sierra Norte pero donde se introdujo primeramente fue en la Mixteca por los frailes dominicos», explicó.
Anteriormente, en la comunidad sólo se sabía obtener los hilos, se hacían madejas con una medida que le conocían como la del codo, cada una tenía 60 vueltas de la mano al codo, estos hilos eran lo único que se aprovechaba de la seda.
Sin embargo, como en la comunidad el cinco por ciento de la población sigue conservando la crianza de seda pero la mayoría se dedica únicamente a la obtención del hilo, Bautista Ortiz destacó que se vieron obligados a hacer nuevas cosas.
Fue así como iniciaron hace dos años con la elaboración de los textiles y comenzaron a hacer joyería, aretes, pulseras, dijes y otros accesorios, como pasadores para el cabello.
«Nos enfocamos más que nada a la joyería para que la gente pueda tener algo pequeño, puesto que la seda, por todo el proceso de elaboración, es más costosa además de que es reconocida como una de las telas más finas», expresó.
Una de las características de estos productos es que están pigmentados con tintes naturales que se obtienen en la región, siendo uno de los más utilizados, la conocida como grana cochinilla, también usan el pericón, la flor de cempasúchil, entre otros.
Para darle un plus a los artículos, le añaden un poco de plata y con ello, las personas pueden lucir piezas exquisitas.
Los precios van desde los 2 mil 500 pesos hasta los 8 mil, hacen rebosos, blusas, bufandas, mientras los accesorios cuestan desde 60 hasta 180 pesos.
El grupo Nudos de seda está integrado por seis personas originarias de la Mixteca, aunque por ahora son sólo familiares, quieren integrar a otras personas.
Han expuesto sus creaciones en la Ciudad de México, en la Feria de Chapingo y como fueron financiados por un programa de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), pudieron asistir a la Expo Reforma hace dos años. Actualmente están en la Expo Artesanal de la XVII Semana de la Cultura Mixteca, en la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM).
El Imparcial
