El coordinador regional de la Secretaria de Desarrollo Agropecuario y Forestal (SEDAF) en la Mixteca, Roosevelt Santiago Gracida, dio a conocer que los campesinos afectados por los siniestros de la pasada temporada de lluvias, aun no han recibido sus apoyos económicos, por lo que su situación es crítica y no solo se enfrentan a su precaria economía, sino también al desabasto del grano básico.
Dijo que durante 2010 resultaron afectadas 150 localidades pertenecientes a 28 municipios, con una pérdida total de 11 mil 728 hectáreas de maíz y frijol, dejando sin cosecha a miles de campesinos mixtecos, quienes desde el año pasado están a la espera de los recursos económicos que entrega el gobierno por las pérdidas que tuvieron, aun cuando recuperan menos del 50 por ciento de lo que invirtieron.
Explicó que el maíz que se siembra en la Mixteca es sólo para el autoconsumo de las familias, pero no suficiente para cubrir sus necesidades alimentarias en todo el año, por lo que varios meses de alimentación son cubiertos con las compras que realizan del grano básico en las tiendas Diconsa, por lo que 2011 es un año critico para las familias que sembraron durante 2010 y no cosecharon.
“Aún no están destinados los recursos para apoyar a los campesinos, pero ya trabajamos en eso, porque la gente no puede quedarse así, por lo que estamos analizamos la manera en la que serán apoyados, no sólo económicamente, sino también con fertilizantes y ver que otras necesidades tienen, pero a más tardar en tres semanas se define el apoyo que daremos a los campesinos mixtecos”, señaló.
Asimismo comentó que la pérdida de las cosechas afectó a miles de familias que dependen del autoconsumo, pues por hectárea invirtieron un promedio de 10 mil pesos, esto para las diferentes etapas que comprende la siembra del maíz, la cual también es aprovechada para sembrar frijol, por lo que en un sólo temporal las familias aprovechaban para obtener dos granos básicos.
Santiago Gracida agregó que por hectárea las familias perdieron un promedio de ocho maquilas, que representa un estimado de 100 kilogramos de maíz, lo cual utilizaban para la elaboración de tortillas principalmente, algunas aprovechaban parte del grano básico para venderlo entre familiares y conocidos que no sembraron. (Adriana Ramos/IGABE)
