La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) ha ido perdiendo gran parte del espacio que históricamente ocupaba en el seno de la sociedad oaxaqueña. Hoy enfrenta una situación muy grave, sometida por la indolencia y la irresponsabilidad de algunos de sus actores. Es necesario retomar su impacto y prestigio social que ha tenido, recuperar el camino de la trasmisión de la información y los valores ciudadanos a nuestra sociedad.
ANALOGÍAS. El profesor Harry Nelson afirma que en el año 1200 nacieron las Universidades. Todo comenzó en Paris por una riña entre un tabernero abusivo secundado por sus clientes, contra un grupo de estudiantes irritados por una injusticia cometida en el negocio de éste. Los estudiantes ganaron la riña, pero posteriormente el dueño de la taberna se vengó y asesinó a 5 estudiantes. Los estudiantes y profesores, irritados por este abuso, cerraron filas y se enfrentaron con el canciller quien se negó a brindar el apoyo requerido, por lo que éstos montaron barricadas entorno al barrio latino, y organizados en un sindicato o "Universitas" le exigieron al Rey Felipe II respeto a sus derechos civiles. Fue así, a través de la masiva protesta organizada, que se les reconoció esos derechos a los estudiantes. Elemento histórico que define la característica de firmeza y convicción de la comunidad universitaria en el devenir del tiempo.
La UABJO al igual que la Universidad de Paris, se ha caracterizado por ser una institución con movimientos contestatarios al gobierno, en donde han hecho causa común estudiantes y maestros universitarios. Basta recordar la participación de los universitarios en la caída de los gobernadores Sánchez Cano (1947), Mayoral Heredia (1952), y Zárate Aquino (1977), en esta última, ellos mismos la encabezaron a través de un movimiento estudiantil. Nuestra máxima casa de estudios, a lo largo de los años se ha convertido en el espacio inductor del desenvolvimiento social, en el laboratorio social donde se elaboraron y se ejecutaron gran parte de los proyectos democráticos de la entidad.
MALAS INTERPRETACIONES. El concepto de autonomía universitaria está íntimamente ligado al concepto de universidad, a la independencia académica. La autonomía de la universidad no es solamente un derecho de gestión administrativa interna, también un deber como entidades públicas que son, y no los exime de un manejo transparente y adecuado de sus recursos. Por otro lado, los universitarios deben ser autónomos pero también responsables del marco institucional de nuestra universidad, sin ningún tipo de interferencia exterior, que tanto daño le ha causado a nuestra universidad esas amenazas anarquistas. Desafortunadamente esta cualidad de la universidad pública, es hoy mal interpretada por algunas autoridades de la institución que se conducen con opacidad y se someten a los intereses del poder político en turno, sin que cause rubor, sacrificando lo más valioso de la institución: su respetabilidad social y el desarrollo del proyecto educativo.
APRIETOS Y DEBERES. La universidad atraviesa por una de sus peores crisis, envuelta en constantes huelgas que paralizan las actividades universitarias; las infiltraciones de grupos desestabilizadores que generan violencia en el campus universitario; el déficit de plazas de profesores y las percepciones muy por debajo de los índices nacionales; la opacidad en el manejo de los recursos financieros, causal de afectaciones a los derechos laborales de los profesores y de la permanente asfixia presupuestal; y por si fuera poco, la gota que derrama el vaso: la indolencia gubernamental que merma, margina y la relega en el orden de las prioridades de gobierno.
La UABJO requiere del gobierno, las universidades públicas eficientes tienen profesores bien remunerados que se puedan dedicar a la docencia y a la investigación. La educación superior debe ser una prioridad en las políticas públicas del gobierno, no se debe concebir como una carga para los fondos públicos, sino como una inversión a largo plazo, que contribuye con el progreso del estado. Ya que de su excelencia dependerá que nuestros hombres y mujeres, puedan desarrollar una tarea próspera que les permita conseguir una calidad de vida digna en el Oaxaca del progreso. (Juan Díaz Carranza / [email protected])
